De Huitzilopochtli a José y María, del Valle de la Guerra a Belén y de los penachos de plumas al pesebre, así fueron naciendo las posadas, en la marcha de la creativa evangelización de las naciones originarias del país, que “no fue triunfo ni derrota, sino el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy”.
Poco a poco las posadas salieron de los templos para conquistar los barrios populares, con sus cánticos, rituales y alegrías hasta convertirse en las fiestas mexicanas por excelencia del mes de diciembre, con toda la diversidad que cada pueblo, región y colonia le pone en su realización, ahora las posadas no son una sino muchas.
México empezó con esta tradición desde hace poco más de 431 años, aportando al mundo una de las festividades más soprendentes previas a la Navidad, pero también elementos tan típicos de lo mexicano como la piñata, que estaban hechas de los deidades Aztecas y al quebrarlas se entraba al reino de Dios, teniendo como recompensas frutas y semillas.
Antes se les llamó "fiestas de aguinaldo" y consistían en la proclamación de la misa intercalada con pasajes y escenas alusivas a la Navidad, de la huida de José y María en busca de un lugar para que naciera Jesús. También se daban pequeños dulces, como regalos, en canastas decoradas a quienes asistían, por lo que fueron ganando gran influencia.
De acuerdo a la tradición se dice que gracias a Fray Diego de Soria es que surgen las primeras posadas en el México colonial, por allá del año 1587, cuando se instauraron junto a las misas de aguinaldo, llamadas así porque se ofrecía un obsequio o aguinaldo de Navidad; desplanzando al Panquetzaliztli, el advenimiento de Huitzilopochtli, Dios de la Guerra.
Entre las creencias que encierra esta tradición original mexicana es que los 9 días de posadas, representan los meses de embarazo de la Virgen María y debe de romperse una piñata para alejar a Satanás y sus 7 pecados capitales, al quebrarse cae la abundacia representada por los dulces y colación.
Hoy la festividad es muy distinta de aquellas posadas a cualquier fiesta que se realiza durante el mes de diciembre, aunque se sigue la tradición en algunas fraternidades católicas, que matienen muchos de los elementos que vienen de sus inicios, como los rezos, cánticos, velas y adoración del Niño Dios.
Todos los elementos que tradicionalmente se reúnen en estas fiestas se mezclan con los recuerdos de años pasados y la alegría de los que vendrán, al ser parte de estas celebraciones que año con año nos hacen que gocemos de esta temporada en familia, en pareja y con los amigos.