Estados como Tamaulipas cuentan con una legislación que prohíbe el uso de esos artículos, gracias al trabajo de organizaciones de la sociedad civil, que impulsaron esa reforma.
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Este año, aun con la pandemia del Covid-19, la producción mundial de plásticos rondará los 500 millones de toneladas. De esa cantidad, al menos 12 millones terminarán en los océanos, de acuerdos con datos de Greenpeace.
El 3 de julio es la conmemoración del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico que se estableció con el objetivo de disminuir esos artículos de un solo uso y además, fomentar el consumo responsable de los mismos. Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no tiene esta fecha en su agenda de celebraciones para organizaciones no gubernamentales y numerosos Gobiernos es motivo para insistir en los esfuerzos de hacer conciencia entre la gente.
TAMAULIPAS, DE LOS PRIMEROS 4 EN PROHIBIR SU USO
A partir de enero del año pasado, Tamaulipas es uno de los cuatro estados del país que hicieron reformas legales para prohibir el uso de bolsas de plástico, dado el alto grado de contaminación ambiental que provoca, pues tardan hasta 500 años en desintegrarse, además de que la falta de una cultura de adecuada disposición agudiza el problema. La ausencia de reglamentación y de facultades para que los municipios la hagan valer, también contribuye a que no se estén cumpliendo adecuadamente sus objetivos.
En 2018, año en que la entidad aprobó esos cambios a la ley, solamente contaban con esa legislación Querétaro, Veracruz y Baja California Sur.
Alejandra Covadonga López Sánchez, coordinadora internacional de la asociación ambientalista Ocean Conservancy para México, señala que esa agrupación recibió el apoyo de la Fundación Chalchi, A.C., con sede en Veracruz, al compartirle su experiencia, los fundamentos que utilizaron ellos y cómo fue la resolución del Congreso de su Estado, así como con firmar la propuesta que se entregó al Congreso. De igual manera, la Asociación Mexicana de Hoteles del Sur de Tamaulipas fue confirmante en la propuesta de la iniciativa ciudadana.
En los hechos, fueron Ocean Conservancy y la Asociación Mexicana de Hoteles del Sur de Tamaulipas dos de las principales impulsoras del esfuerzo ciudadano para lograr que el Congreso recibiera la documentación para sustentar la petición de reforma a la legislación, a fin de lograr la prohibición.
Por fin, tras meses de intensos trabajos, de cabildeo con diputados y de búsqueda de apoyo entre la sociedad civil, en septiembre de 2018 se aprobó la iniciativa que colocó a Tamaulipas en el primer grupo de entidades en contar con modificaciones legales que buscan proteger el medio ambiente de la contaminación por uso de bolsas de plástico.
La representante de la ONG, quien personalmente estuvo al pendiente de todo el proceso que implicó reunir información para sustentar la petición al Congreso, convocó a especialistas y grupos de la sociedad civil, además de pedir el apoyo de otras organizaciones ambientalistas como la Fundación Chalchi, algo que fue fundamental para conseguir este objetivo.
LA REFORMA
La modificación consistió en la ampliación de los párrafos 6 y 7 del artículo 36 del Código para el Desarrollo Sustentable de Tamaulipas, que estableció, en su primer apartado la restricción de la venta, entrega y uso de bolsas de plástico en supermercados, tiendas de autoservicio, tiendas de conveniencia, mercados y demás negocios de giros similares. La medida aplica para las bolsas que son elaboradas con polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, polipropileno, polímero de plástico y cualquier otro de sus derivados.
Aunque la medida es bastante favorable para el medio ambiente, desde el punto de vista de la prevención, la reforma legal dio la oportunidad de que las empresas que desean seguir otorgando esos artículos a sus clientes, puedan hacerlo cumpliendo los requisitos que establecen un porcentaje del 30 % en los insumos utilizados para su fabricación son reciclados e incorporaron tecnología que facilite su desintegración de acuerdo con la Norma NMX-E-267.
Para la activista, el cambio en el Código para el Desarrollo Sustentable de Tamaulipas es positivo, pues, aunque falta que más ciudadanos y empresas tomen conciencia plena de lo que implica dejar de utilizar bolsas de plástico, se debe complementar con un cambio de actitud, pues evitar tirarlas en cuerpos de agua o en la vía pública para buscar un confinamiento adecuado de esos artículos.
FALTA REGLAMENTAR SANCIONES Y HACER VERIFICACIONES
López Sánchez considera que si bien, Tamaulipas tuvo un notable avance al ser de los primeros estados en impulsar acciones para desincentivar el uso de bolsas de plástico, dando alternativas a los productores de esos artículos, así como a las empresas que las entregaban a los clientes, de recurrir a bolsas con un porcentaje de material reciclado y con características que facilitan su desintegración en menos tiempo.
Menciona que, aunque la modificación legal fue un paso importante, la intención se quedó corta porque no se dotó a los Ayuntamientos de la facultad para aplicar sanciones administrativas o económicas, además de recursos para poder ejercer una tarea de vigilancia eficaz, para que las empresas o particulares con actividades productivas en las que vaya implícito el uso de bolsas de plástico, cumplan con la disposición oficial.
“Cuando estuve al frente de la Secretaría (de Ecología municipal en Tampico) hubiera sido excelente contar con las herramientas para poder verificar el cumplimiento de esa disposición legal, pues a la par con las tareas de inspección y de las campañas de recolección de basura electrónica, se pudo haber hecho eso, pero faltó que desde el Congreso se les diera facultades a los Municipios en ese tema”, dice.
Aunque la sociedad civil hizo esfuerzos, trabajó denodadamente para conseguir esa modificación legal y sentar las bases para que haya una nueva cultura de responsabilidad en el uso de bolsas de plástico, prefiriendo de inicio las recicladas o que son biodegradables y después, limitando o evitando el mismo, hace falta avanzar más en esa ruta.
Hasta ahora, señala, no se ha aplicado cabalmente la intención de esa disposición prohibitiva, pues no se ha reglamentado y, por ende, los Ayuntamientos se han quedado limitados para actuar en ese sentido.
“Dotar a los Municipios de más atribuciones legales para que puedan verificar, coordinarse con otras áreas para la aplicación de sanciones y en general, vigilar que se cumpla la disposición es posible si se logra que a año y medio de haber entrado en vigor, se reglamenta, se precisan los alcances y las acciones que deben realizarse para desincentivar el uso de bolsas de plástico, al ser uno de los artículos que más contaminación provocan en ríos, lagunas, playas y en la vía pública”, apunta.
La representante ambientalista refiere además que ayudará mucho que las instancias municipales pudieran coordinarse con otras áreas para la aplicación de vigilancia, crear mayor conciencia en la ciudadanía y aplicar sanciones, se avanzará en la educación ambiental y convencimiento de la población.
UN PROBLEMA REAL QUE REQUIERE ACCIONES FIRMES
Fuente: Ocean Conservancy.
- 1 millón 80 mil 358 voluntarios participaron en el 2019 en las jornadas de Limpieza Internacional Ocean Conservancy
- 1 millón 903 mil 470 bolsas de plástico se recolectaron
- 18 entidades participaron en México
- Con 18 mil 288 voluntarios
- 18 mil 191 bolsas de plástico recolectadas
- 220 lugares se limpiaron