Por sequía, productores del campo exigen declaratoria de desastre

PUEBLO VIEJO, Ver., septiembre 27.- Los estragos que la sequía han provocado en el campo del norte de Veracruz, sur de Tamaulipas y oriente de San Luis Potosí, son elevados a nivel de catástrofe por los ganaderos y agricultores que han perdido, los primeros, más de 50 mil cabezas de ganado en los municipios de estas tres entidades que exigen al gobierno de cada entidad y federal se haga la declaratoria de desastre a la voz de ya antes que el daño se torne irreversible.

Manuel Guerrero Sánchez, presidente Nacional del Sistema Producto Oleaginosa, fue claro al señalar que la sequía atípica extrema que se ha presentado en la región huasteca, en la que convergen estos tres estados existe por la ausencia de precipitaciones en los últimos 10 meses, los vasos lacustres (presas, lagunas, ollas de agua, esteros) de esta vasta región, que se encuentra en la cuenca baja del rio Pánuco, han sido mermados sustancialmente en su capacidad de almacenamiento, la gran mayoría completamente secas lo que mantiene un escenario de desastre natural.

Regional

Sequía continuará en zona norte de Veracruz

Los alcaldes de los municipios afectados en estos tres estados han elevado su exigencia a sus gobiernos estatales correspondientes tomen en consideración para se activen los protocolos que permitan la expedición de declaratorias de desastre en esa región del país, que sin duda alguna es la más afectada a nivel nacional.

Ante tal situación de desolación, abandono y desesperación en la que se encuentran productores del sector agropecuario, piden a funcionarios de cualquier orden de gobierno, exijan que se haga lo que se tiene que hacer, para que fluyan los recursos, expresó Manuel Guerrero que dijo "estamos a punto de entrar a un desastre del que no hay vuelta atrás".

DATO

En este desastre que se describe, se han perdido de manera involuntaria y conjunta, un aproximado de 50,000 cabezas de ganado, 10,000 en Tamaulipas, 10, 000 en San Luis Potosí y 30,000 en Veracruz), número que representa el quebranto financiero de miles de familias de pequeños productores.