Este 21 de marzo se cumplen 365 días que la frontera entre México y Estados Unidos fue cerrada, limitando los cruces desde tierra azteca al lado norte del río Bravo a viajes no esenciales, como una medida para frenar la diseminación del patógeno causante del Covid-19.
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Su reapertura no tiene hora o día definida, aunque la semana pasada el Departamento de Seguridad Nacional estableció como plazo tentativo el próximo 21 de abril.
Pero lo más factible es que la fecha llegue hasta el último trimestre del año, una vez que el gobierno de Joe Biden haya completado la vacunación contra el coronavirus al pueblo estadounidense, remarca el líder comercial Christian Edoardo Pérez Cossío. La medida del lado de México y concretamente de Tamaulipas permanecen aún cuando el gobernador de Texas, Gregory Wayne Abbott ordenó la apertura total de la actividad económica en este estado norteamericano, lo que obligó incluso al reforzamiento de las acciones de bioseguridad en puentes de Tamaulipas.
SIN PRISA EL COMERCIO TAMAULIPECO
Pero el restablecimiento de los puentes internacionales de Estados Unidos a los viajes no esenciales, es decir, aquellos que tienen fines turísticos, de compras o recreativos no apura a los empresarios fronterizos, quienes en medio de la pandemia han visto florecer sus negocios con la llegada de compradores y viajeros de salud hacia el lado mexicano.
“Las ventas incrementaron entre 30 o 40% en centros comerciales, hospitales, clínicas de salud y farmacias en Matamoros, Río Bravo, Reynosa y Nuevo Laredo, lo que atenuó el impacto de la caída económica por la parálisis causada por el virus Covid- 19”, expone Pérez Cossío. Y así lo confirma Roberto Cruz Hernández de la Cámara Nacional de Comercio de Reynosa, quien señala innegable la costumbre de una buena parte de los habitantes fronterizos de comprar en las ciudades del Valle de Texas, como McAllen, Bronwsville, Harlingen o Laredo y con el cierre los viajes no primarios se ven obligados a favorecer las tiendas locales.
MÁS TURISMO DE SALUD
En su ciudad, dice, son 20 mil unidades económicas que se han visto favorecidos con la medida que llegó hace un año en la administración de Donald Trump, pues no solo los tamaulipecos voltearon a los negocios locales, sino que ahora reciben turistas de salud y compradores estadounidenses atraídos por precios más baratos en servicios médicos y medicinas.
“El comercio de la región no tiene una crisis tan profunda como la del interior del país y recibimos a buen número de ciudadanos americanos, ya que la frontera de México nunca fue cerrada y solo hay ciertas restricciones para el ingreso de adultos mayores o familias completas hacia Tamaulipas” dijo.
Coincide que por ahora no hay fecha oficial o definitiva de reapertura por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), el cual ha reiterado que los viajes esenciales y el comercio exterior continúan sin impedimentos.
Con esa disposición, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cuida que solo puede viajar a su país: estadounidenses o residentes, personas con motivos médicos, educativos, personal médico y trabajadores de la salud, funcionarios, personas encargadas del comercio transfronterizo, diplomáticos, así como militares y sus familias.
ECONOMÍAS HERMANAS
Para el director del Instituto de la Competitividad y Comercio Exterior de Nuevo Laredo, Jorge Viñals Ortiz de la Peña, la reapertura de los puentes internacionales con EEUU sí es una necesidad apremiante, pues las fronteras de Tamaulipas y Texas son una economía conjunta, conforman una gran región y necesita ser atractivos para la inversión y comercio exterior.
Aunque ese proceso, recalca, debe acompañarse de una gran responsabilidad ciudadana del cuidado a la salud, sobre todo en México, entendiendo que aquellos que vengan vacunados contra el Covid-19 sí pueden contagiar el virus, ya que la inmunización en nuestro territorio va lenta. Las fronteras de Tamaulipas y Texas son una economía hermanada y es cierto que de este lado a los comercios les ha ido bien, porque se ha gastado el dinero aquí, muchas empresarios mexicanos no pueden hacer negocios en el lado americano, más golpeado que nunca por el cierre de tiendas y grandes comercios.
Por ahora no hay plazo final para la normalidad, pero increíblemente el comercio internacional no ha parado y a la inversa, el T-MEC generó confianza, las grandes empresas buscan los mejores tiempos y costos y las aduanas de Nuevo Laredo registra estándares más altos que antes del SARS CoV2 con un tránsito diario de 15 mil camiones y dos mil furgones por ferrocarril, cifra que va en incremento.
Eso evidencia, dice, que este punto mexicano es la plataforma logística y comercial más importante de América, obligando a un trabajo permanente de optimización de la infraestructura material, económica y humana para cumplir las exigencias globales y lo que menos conviene es que permanezca semiparalizada.