Con la plena convicción de atender a niños y jóvenes que presentan alguna necesidad educativa especial asociada a discapacidad múltiple, desde hace más de 30 años funciona en Ciudad Madero el Centro de Atención Múltiple “María del Carmen Sinencio Chávez”, una escuela que como las demás depende de la Secretaría de Educación Pública, pero realiza una labor más loable a pesar de todas las carencias que enfrenta su personal.
Oficios prácticos
Nombrada desde hace 3 años directora del plantel que se ubica en la colonia Los Cedros, la profesora Nora Hilda Martínez Ruiz nos relata que la institución fue fundada en el año de 1982, iniciando con capacitación laboral en talleres donde los chicos aprenden uno o más oficios dependiendo de sus habilidades y con el paso del tiempo se abrió el servicio escolarizado, con calendario y programas, ofreciendo primaria especial de primero a sexto grado.
Entre los talleres que se brindan están: cocina, mantenimiento, brigada de limpieza, artesanías, corte y confección y auxiliar empresarial con computación, integrando cada grupo con aproximadamente 15 niños y jovencitos, todos ellos con discapacidad.
“Nuestro objetivo es que los alumnos accedan y permanezcan en la escuela, que formen parte activa de la sociedad y gocen de los mismos derechos y beneficios”, expresa la profesora Nora Hilda, quien además refiere que ellos van más allá, por que además de enseñarles para la vida, buscan desarrollar en los menores habilidades adaptativas, que puedan manejar normas de higiene, seguridad, que aprendan a socializar, a desarrollar cierta autonomía y que puedan controlar y expresar sus sentimientos para desempeñar un oficio o trabajo para que no sean una carga en su familia.
Lamentablemente el 80 por ciento de la población que asiste a la escuela es de escasos recursos, y de ese porcentaje, un 30 por ciento es de muy escasos recursos, nos cuenta la directora, quien explica que el plantel como en todos los que son públicos, funciona a través de una asociación de padres de familia, quienes calculan una cuota voluntaria con la que se hacen gastos básicos como lo es el mantenimiento y reparación de baños, pago de teléfono y gas, entre muchas otras necesidades.
MUCHAS NECESIDADES, POCO APOYO
Los alumnos del centro de atención múltiple cuentan con desayunos escolares, donde se les brinda alimento balanceado con agua de frutas naturales apoyados por una nutrióloga y para ello el Sistema DIF les aporta solo determinados insumos, por lo que el resto son absorbidos de esa cuota que que muchos padres no cubren ante la falta de recursos económicos.
La directora lamentó que para muchos de los menores, el alimento que ingieren en el plantel es el único del día, añadiendo que en la actualidad tienen una matrícula total de 127 alumnos, 30 de ellos de primaria y el resto de capacitación laboral. Como institución publica, quien debiera proporcionar los recursos para el sostenimiento de la escuela es el gobierno a través de la Secretaría de Educación, pero desafortunadamente no se proporcionan todos los apoyos necesarios; “la educación especial ha quedado olvidada por muchos años, los recursos no cubren nuestras necesidades reales”, lamenta la profesora Nora.
En la escuela hay muchas carencias, desde problemas de goteras hasta aulas que han sido clausuradas debido a que se ha desprendido el revoque quedando expuestas las varillas. Actualmente las mamás realizan una campaña de publicidad que se ha repartido en las calles, anunciando que tienen inscripciones abiertas todo el año, “que la gente sepa que aquí estamos con maestros preparados con licenciatura en educación especial y la mayoría en psicología”, indica la profesora quien finalmente la directora Nora Hilda nos indica que resulta reconfortante el saber que exalumnos han logrado ubicarse en la fuerza productiva.