La pandemia sanitaria del Covid-19 trajo, además de la crisis de salud que seguimos padeciendo, una severa afectación económica que generó un incremento en la pobreza en algunas partes del estado de Tamaulipas.
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En el marco del Día Mundial de la Alimentación damos un recorrido en las condiciones que guarda Tamaulipas en cuanto a la pobreza alimentaria, un fenómeno relacionado con la imposibilidad de las personas de acceder a recursos económicos suficientes para poder comprar una canasta alimentaria que les permita la ingesta de los mínimos requeridos nutricionales.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el valor de la canasta alimentaria urbana pasó de mil 561.33 pesos en septiembre de 2019 a mil 671.38 pesos en septiembre de 2020, mientras que el valor de la canasta alimentaria rural pasó de mil 105.39 pesos en septiembre de 2019 a mil 202.05 pesos a septiembre de 2020.
Desde que empezó la pandemia, desde el mes de marzo a la fecha, el valor de la canasta alimentaria ha tenido incrementos en el área urbana de 7% y de 8.7% en la rural, lo que aleja cada vez más a la población de satisfacer esta necesidad prioritaria.
“El último dato de Coneval refiere que hay 16.7% de la población en Tamaulipas con carencia alimentaria, pero de acuerdo con lo que hemos visto que ha incrementado el desempleo tanto formal como informal, podría elevarse dos puntos porcentuales y ubicarse entre 18 y 19% la población en esta condición, sobre todo con la reactivación económica, porque hubo una recuperación en el empleo”, consideró el doctor en Economía, Jorge Alberto Pérez Cruz.
En el sur de Tamaulipas hay colonias como Acapulquito, Huatulquito, Luis Donaldo Colosio, El Chipus, que tienen un 30% de su población con la condición de pobreza alimentaria muy severa y con esta condición se agudizó aún más.
El Chipus en Ciudad Madero, las llamadas islas de Tampico y la parte norte de Altamira, son habitadas por personas en su mayoría migrantes que viene de la región norte de Veracruz, principalmente los municipios de Tempoal y Pánuco, quienes encuentran la oportunidad de establecerse y hacer una actividad mayormente en la economía informal, indicó el especialista.
Debido a ello, esta población no pueden tener accesos a prestaciones que les permitan tener una vivienda o seguridad social, ya que al menos 40% de esta población se emplean en generalmente en el ambulantaje.
Pérez Cruz consideró que “se puede incrementar la pobreza alimentaria en esa zona en un 10% a causa de la condición sanitaria, ya que muchos se tuvieron que regresar a sus casas por la pandemia y la falta de trabajo”.
Tamaulipas es uno de los estados donde la pobreza alimentaria no es tan fuerte a diferencia de entidades del sur del país, pero reconoció que a raíz de la pandemia sanitaria y la pérdida de empleo se va a incrementar la pobreza alimentaria.
La población en pobreza extrema en Tamaulipas pasó de 2.9 a 3.3% en los últimos dos años, un crecimiento de 0.4%.
De acuerdo con datos del Coneval en los últimos dos años la carencia por servicios de salud disminuyó 0.8%, así como en la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda en 0.9% debido a que más viviendas tienen agua entubada dentro o fuera, pero dentro del terreno, drenaje conectado a la red pública o a una fosa séptica; electricidad obtenida del servicio público, de panel solar o de otra fuente, planta particular; y el combustible para cocinar fue de gas LP o gas natural, electricidad, leña o carbón, en los casos en que la cocina cuenta con chimenea.