Hace poco más de un año y cuatro meses el caso de Jessica Gabriela cimbró a la zona, cuando se dio a conocer que una mujer embarazada fue asesinada para extraerle a su bebé y robárselo, hoy su madre pide justicia.
La señora Alma Delia García Hernández, cansada de esperar justicia, solicitó apoyo de organizaciones civiles y autoridades ya que asegura las audiencias están detenidas y aún no hay una resolución del expediente radicado en el No. 221/2018.
“Vengo a pedir apoyo con la regidora Nuri -Romero Santiago, presidenta de la agrupación Frente Justicia, Derecho y Libertad- y espero que me apoyen porque ya han pasado casi un año y medio y no ha habido justicia para mi hija” refirió la entrevistada.
Señaló tortuguismo en el proceso oral que desarrolla mientras que los presuntos responsables Cinthia Fatima N y Omar Enrique N siguen detenidos en la penitenciaría del municipio de Altamira, de donde temen puedan ser puestos en libertad.
La madre precisó que “fue el asesinato, la muerte de mi hija y mi nieto, que hasta ahorita están detenidas las audiencias y por eso quiero a ver si me apoyan para que no quede impune y se agilice”
El caso se registró en la colonia Nuevo Progreso, al norte de Tampico, donde se cree la joven fue engañada mediante por el matrimonio, asegurando que le entregarían ropa para la bebe que estaba en camino.
“Mi hija fue engañada, se comunicó por medio de Internet y Ventam, mi hija andaba comprando cosas para la bebé, no necesitaba nada. Esta mujer la engaño para robarle a la bebé, a mi nieta y así fue la perdida” refirió la entrevistada.
El hecho ocurrió el 27 de marzo del año pasado apareciendo el cuerpo de la joven el 31 del mismo mes en la casa 805 de la calle Venustiano Carranza, entre Belisario Domínguez y Avenida México de la colonia Nuevo Progreso, en la zona norte de Tampico.
La ubicación del cadáver se logró gracias a que la supuesta asesina llegó al hospital Dr. Carlos Canseco con el cuerpo del bebé muerto asegurando que había abortado, pero al hacerle revisiones ginecológicas detectaron que era mentira.
Así la policía llegó a la casa donde esta la madre muerta, quien al parecer había muerto desangrada por la cesárea improvisada que le habían practicado en ese cuarto.
Jessica tenía 20 años de edad y ahora su familia clama justicia por este terrible doble asesinato, “me siento impotente, con coraje porque perdí a dos, a mi hija y a mi nieto y yo no había tenido el valor de dar entrevistas hasta ahora”.