A cinco años que el Gobierno del estado mantiene congelado el costo de los pasajes del transporte urbano, los dueños de las más de 10 mil concesiones de autobuses y carros de ruta insistirán en unos meses más en aumentar a 10 pesos la tarifa básica y atenuar el colapso económico del gremio.
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Antolín Hernández Martínez, secretario general del STOMCI (Sindicato de Trabajadores y Operadores de Máquinas de Combustión Interna), dijo que si bien los concesionarios son sensibles a la grave situación que viven las familias, esperarán dos o tres meses para lograr el ajuste de un peso en el costo de los pasajes.
El sector apenas sobrevive, pues paralelo a las pérdidas millonarias que originó desde hace 10 meses el confinamiento social, la reducción a la mitad en el uso de la capacidad de los autobuses y microbuses, se suma el incremento entre 30 y 50% de los costos de operación por las alzas en las refacciones automotrices, servicios mecánicos y combustibles.
“La economía familiar está muy golpeada, pero también la rentabilidad del gremio del transporte, que ya perdió más de 10 mil empleos por las restricciones sanitarias, la suspensión de clases y el trabajo en casa”.
PARADOS MÁS DE DOS MIL VEHÍCULOS
La consecuencia del Covid-19 ha sido grave hacia el sistema de transporte urbano, pues mantiene inactivos más de dos mil micros y autobuses y redujo gravemente los ingresos de los dueños de concesiones, añadió Marín Flores Garrido.
El presidente de la Unión de Concesionarios y Delegados del Transporte Público de Tampico, Madero y Altamira, dijo que el desamparo oficial que afrontan ha empeorado la complejidad para ese sector, uno de los más golpeados por el desastre económico dejado por la pandemia, sin que haya visos de su recuperación cercana.
El ordenamiento estatal, desde marzo pasado de reducir al 50% el aforo en el transporte de pasajeros y la negativa desde hace cinco años de aumentar un peso el costo del pasaje, ha tenido un impacto muy malo para el transporte urbano, del cual antes de la pandemia dependían más de 20 mil familias, aseguró.
“Sabemos que por ahora es difícil aumentar el precio de los pasajes, pero ya no aguantamos más la crisis y vamos a pedir ayuda al Gobierno, para que con el cumplimiento del pago del refrendo, nos otorgue la cobertura del seguro en daños a terceros, como ya se hizo con particulares”.
Manifestó que la restricción a la movilidad social dejó en la calle a casi 10 mil choferes, porque para los dueños de las unidades no es rentable movilizar solo una parte de la población y enfrentar los altos costos de operación y cero apoyos gubernamentales.
Piden concesionarios del transporte solidaridad del gobierno para subsistir