La sobreproducción de chile serrano y jalapeño que se presentó en los campos agrícolas del país, en estados como Tamaulipas y Sinaloa durante el ciclo otoño-invierno, aunado al cierre de centros de venta, restaurantes y hasta de la frontera con los Estados Unidos para la exportación por la pandemia provocó un desplome en el precio de esta hortaliza como nunca antes en la historia.
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El productor y comerciante en chiles serrano y jalapeño en el municipio de Altamira, José Luis Vargas Ortega, comentó que “en la actualidad llevamos 80% de la cosecha de chile serrano y jalapeño que ha producido en los campos de cultivo en el municipio de Altamira, González, Aldama, El Mante y hasta Soto La Marina, así como en las entidades vecinas específicamente en Ébano, San Luis Potosí y Pánuco, Veracruz, lo que provocó que aumentara la producción”.
En estos municipios alrededor de 50 productores sembraron en este ciclo, lo que elevó la producción del cultivo sembrando en conjunto alrededor de dos mil 500 hectáreas y cada una de ellas produce 10 toneladas por corte, lo que genera una sobreoferta de chile serrano y jalapeño durante esta temporada.
PERO ¿QUÉ PROVOCÓ LA BAJA DEMANDA DE CHILE EN MÉXICO?
Todos los productores que sembraron no tomaron en cuenta que el cierre de los grandes mercados nacionales, restaurantes, centros comerciales, escuelas entre otros rubros, generó que la economía mexicana y mundial se paralizara casi por completo a consecuencia de la pandemia del Covid-19 como sucedió a partir del pasado mes de marzo del año 2020 a la fecha en Tamaulipas.
“En todas partes pensaron que iba a haber poco chile y mucho agricultor se agarró a sembrar hectáreas y más hectáreas, pero no se tomó en cuenta que teníamos encima la pandemia y que esta se iba a prolongar en lo que llevamos del nuevo año. Tenemos ese problema encima, no hay economía, no se reactivan muchos negocios y prueba de ello es que no han abierto y eso no va a suceder hasta que no regresemos a la normalidad”, agregó Vargas Ortega.
El productor apuntó que “el chile mexicano, tanto serrano como jalapeño no se le abrió mucho las puertas en el mercado norteamericano como en años anteriores y eso provocó una saturación en el mercado nacional, por lo que esta situación la seguiremos enfrentando mientras haya pandemia pues en la actualidad muchos estados de la república se mantienen en semáforo epidemiológico rojo y eso provoca cierre de mercados, restaurantes, centros comerciales y por consiguiente pocos consumidores”.
¿QUIÉNES GANARON CON ESTOS PRECIOS BAJOS?
Conforme al comportamiento del mercado nacional con precios bajos en el chile serrano y jalapeño todos perdieron, desde el agricultor, transportista, intermediario, el pizcador, el vendedor de fertilizantes, el de los costales o arpillas en fin toda una cadena de negocios y servicios que se tienen que emplear durante el periodo de cosecha.
“Para que la cosecha de chile sea negocio te lo tienen que estar pagando en el campo de cosecha a cuando menos 10 pesos el kilogramo, ahí ganamos todos desde el agricultor, comerciante, transportista entre otros, eso ya representa una ganancia justa para todos los que participamos, pero si lo vendes a cinco pesos el kilogramo, entonces ya no es negocio”, explicó Vargas Ortega.
Pero en este periodo de ciclo otoño - invierno el kilogramo de chile serrano lo llegaron a pagar en los campos de cosecha hasta en 3 pesos, incluso en la última semana de enero del año 2021 hasta en un peso con 50 centavos, mientras al que participaba en la pizca le pagaban 50 centavos el kilogramo y todo debido a una sobreoferta y poca demanda que se ha tenido en todo este tiempo.
“Es el peor año que me ha tocado vivir como productor y comerciante de chile serrano y jalapeño, todos hemos perdido, algunos compañeros agricultores mejor pararon el corte en sus plantas y prácticamente se les echó a perder el producto, pues no tenía caso invertirle dinero de tu bolsa cuando ya le estabas perdiendo antes de cortarlo”, añadió José Luis Vargas Ortega.
EL COSTO DE INVERSIÓN
Para la siembra de chile en más de una docena de hectáreas, el agricultor invierte en compra de semilla, fertilizantes, trabajar la tierra, riego, limpieza de maleza y otros rubros un promedio de 250 mil pesos y una vez que empiezas a producir la planta le tiene que invertir alrededor de 100 mil pesos para que rinda de cinco a ocho cortes en el periodo de diciembre a marzo.
Cada hectárea produce en promedio 10 toneladas de chile por corte y si llega a tener 8 cortes, serían 80 toneladas que si se comprara a 10 pesos el kilo la utilidad económica se tendría por 80 mil pesos.
En el caso del municipio de Altamira los grandes productores de chile siembran alrededor de 100 hectáreas para poder abastecer a sus clientes, pero este año dejaron perder la producción debido al bajo precio que se cotizó en el mercado nacional y poca demanda.
FUENTES DE EMPLEO
A pesar de que hubo un bajo precio en la compra de los dos tipos de chile que se produce en la zona, cada agricultor empleó alrededor de 80 personas por corte y en conjunto logran recopilar durante una jornada 15 toneladas para llenar un camión tipo torton cuyo peso es de 15 a 20 toneladas para su comercialización en las centrales de abasto en Monterrey, Ciudad de México, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo y sureste mexicano. “A la persona que se dedica a la pizca de chile tampoco le ha ido bien, debido a que se le paga muy poco el kilogramo de chile que cortan de la planta, es un trabajo duro, arduo y a pesar de que no tenemos mucho sol en esta temporada del año, tienen que estar agachado para poder llevar a cabo la colecta”, agregó Vargas.
El panorama que se vislumbra para los próximos meses de febrero y marzo es poco alentador debido a que “los campos agrícolas de Jalisco y Nayarit, también tiene sembradíos de chile, así como en Nuevo León y San Luis Potosí, específicamente en Río Verde, por lo que no creo que se vaya a recuperar el precio, es poco alentador para que aumente el costo del kilogramo comparado con los campos de cultivo”, adelantó el entrevistado. La vida de anaquel de chile serrano una vez cortado es de 2 a 3 días, por consiguiente no se puede almacenar en las grandes centrales de abasto, los ganadores son los procesadores de dicho cultivo enlatados pues compran a un bajo precio el producto y lo venden posteriormente a un precio elevado.
Hoy un ama de casa puede adquirir el kilogramo en 10 a 12 pesos en la tienda o miscelánea de la colonia mientras en el centro comercial entre los 20 a 25 pesos, solamente.