Pescadores están transformado el pez Diablo de una problemática a la solución para el desabasto de diversas especies, pues lo que en los últimos años se había convertido en una plaga al reproducirse de forma exponencial, ahora suple en la captura a los productos que siguen escasos en el sistema lagunario.
Alberto Marín Flores, Presidente de la Unión de Pescadores del río Tamesí, explica que al haber baja producción de especies como carpa, tilapia, mojarra, entre otras, los oferentes cada dos o tres días comercializan hasta 7 kilos de la carne del pez diablo, que está siendo aceptado ya por la población.
Indica que no hay ningún riesgo en ingerir este pescado, inclusive, “algunos comp añeros lo venden en otros estados como en Puebla, donde también se consume la carne y en algunos casos se utiliza en los más diversos productos, pues existen desde quienes lo compran para suplementos alimentacios hasta para la manufactura de muebles.
Señala que existen algunos inconvenientes con la captura del pez diablo puesto que la dureza de su piel destruye las redes de los pescadores, es por este motivo que sólo una o dos veces por semana dedican tiempo para atraparlo, ante la falta de otras especies de mayor calidad.
“Especies como el catán, guabina, robalo, tilapia y carpa casi fueron extinguidas por el llamado pez Diablo".