El estiaje y las heladas de febrero pasado, diezmaron gravemente la producción de especies de camarón, jaiba y escama en lagunas de la entidad, empeorando la capacidad económica de miles de pescadores en el norte, centro y sur del estado y quienes reclaman programas emergentes de ayuda para sus familias.

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Canuto González Miranda presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras del Sur de Tamaulipas dijo este año ha sido pésimo para pescadores de aguas interiores, pues en las zonas estuarinas el clima extremo, la falta de lluvias y el uso de redes inapropiados de pesca, sumando a la cancelación de estímulos en gasolinas tiene a menos del 50% la actividad pesquera.

Esa situación empeoró con la escasez de lluvias que merma las capturas de toneladas de trucha, lebrancha, lisa y otras especies comerciales que son el sostén económico de las familias en las distintas regiones tamaulipecas, donde viven al día, sin que llegue ayuda extraordinaria del gobierno del estado y muy escasa de la Federación

“Estamos planteando que los gobierno establezcan apoyos emergentes para las familias como empleo temporal y tener ingresos para afrontar las necesidades urgentes de los hogares, empobrecidos mas que nunca a causa de la pandemia, la cual reducido la demanda de pescados y mariscos”.

Insistió que son solo algunos pescadores que han sido favorecidos por el reparto de apoyos del programa federal Bienestar y son muchos mas los que quedaron fuera del padrón, afrontando una situación extremadamente critica, pues han dejado de tener ingresos.

Dijo que en algunas regiones del norte, solo sale la mitad de las "charangas", porque no es rentable que salgan todas a pescar, debido al alto costo de las gasolinas y las escasas cosechas.

Por su parte el pescador Marcelo Martínez de la laguna La Escondida dijo que el recurso pesquero se agota en el sistema lagunario Chairel, debido a las bajas profundidades colocando en una situación desesperante a los trabajadores que extraen jaiba, trucha, tilapia, lisa, liseta, entre otras que son comercializables.

“El gobierno nos tiene abandonado, pues solo favorece a pescadores registrados, pero somos muchos libres, que no tenemos acceso a programas oficiales, colocándonos en una situación desesperante, porque por varias generaciones nuestras familias se han dedicado a esta actividad”, indicó.

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