Frente al mar o al río, en familia o amigos, la pesca dominical es una actividad de gran arraigo en la zona sur de Tamaulipas, siendo el punto de reunión las escolleras de playa Miramar.
El arribo a la desembocadura del río Pánuco al Golfo de México es temprano, antes que el sol haga de las suyas y venza la barrera del horizonte o las nubes haciéndose ver en la costa maderense.
La mejor hora de llegada es entre la 5:30 y 6 de la mañana, aunque la gran mayoría lo hace a la 7, llevando una variedad de cañas al hombro.
Por igual hombres que mujeres, niños y adultos colocan sus bancos al bordo del rompeolas y tiran la caña para dedicarse a esperar que el pez ceda a los encantos de la carnada.
En tanto platican, toman café, desayunan y algunas mujeres se llevan su bordado para seguirlo en lo que esperan el resultado de la pesca del día.
"Es una tradición verdaderamente bonita, muchas personas lo hacen a orilla del mar y otros aquí en escolleras, es pesca deportiva pero más de convivencia familiar", dijo David Rangel a El Sol de Tampico.
De entrada a media escollera se puede atrapar ronco, Blanco, Ratón o Bagre, mientras que en la punta donde aún se ven unos cuantos tetrápodos es el jurel el pez más buscado.
"Ya no se atrasó tanto como antes, un buen día serían unos 10, pero uno se la pasa muy bien aquí frente al mar", dijo el entrevistado.
Otros horarios de buena pesca es a las 12 y 3 de la tarde o después de las 7 de la noche según los dedicados a esta actividad.
Sin duda la espera de que el pez "pique" se torna agradable en una plática familiar o con amigos, tomando un buen café frente al Golfo de México, con la risa fresca y el rugir del mar contra el rompeolas.