La alargada emergencia sanitaria ocasionada por el virus respiratorio dejó sin empleo a más de 4,000 choferes de taxis, carros de ruta y autobuses, por el ordenamiento de operar al 50 % de la capacidad de las unidades, mientras que concesionarios regresaron a agencias una flotilla de 300 vehículos nuevos por incapacidad de pago.
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Abandonados por el Gobierno de Tamaulipas y con mayores exigencias de la Secretaría de Finanzas para el pago de sus contribuciones, los dueños de los más de 10,000 permisos del servicio de transporte urbano en Tampico, Madero y Altamira padecen un grave hundimiento económico, manifestó Marín Flores Garrido, presidente de la Unión de Bases y Concesionarios de Tamaulipas.
“Estamos en una situación muy crítica, pues no hay ingresos suficientes, desde marzo pasado que comenzó la contingencia el transporte urbano opera al mínimo, permaneció suspendido cinco domingos y ahora nos han ordenado dos días más”, explicó.
La estamos pasando muy mal y son más de 4,000 las familias que se quedaron sin sustento, porque los operadores fueron despedidos, sin que haya visos para reasignarlos pronto en sus trabajos, pues no hay para cuando regrese la normalidad tras la pandemia por Covid-19.
Dijo que dueños de concesiones que adquirieron unidades nuevas el fin de año y ahora no tienen ingresos para pagarlas, por lo que han tenido que devolverlas.