Levanta la cortina de la tienda y el ruido del metal suena de forma estridente, el calor obliga a buscar una sombra en el poste de la calle, el termómetro marca 31 grados centígrados, mientras que abren el local de ropa industrial y empresarial, ubicado en la avenida Ejército Mexicano del puerto de Tampico.
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Hace 25 años inició su negocio de fábrica de uniformes con el sueño de obtener la libertad económica que siempre quiso.
Al salir de la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas por el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, Onésimo Molina buscó trabajo en empresas de Tampico, pero su sorpresa fue que ninguna le ofrecía un sueldo de 10 mil pesos al mes que pedía en 1989, por eso se decidió a ser su propio jefe.
“Empecé vendiendo ropa de casa en casa, en abonos, a los 27 años ya casado regresé al lugar donde vivía con mis padres que fallecieron cuando era niño, donde inicié este negocio, había solo 3 cuartos, hice un departamento” recordó.
La casa donde hoy está su empresa era de sus padres, su mamá falleció cuando tenía dos años y su papá murió en un accidente de trabajo, un evento que marcó su niñez, fue criado por su abuelita y su tía, a ellas les debe su formación.
Poco a poco fue construyendo el edificio de tres plantas que hoy alberga la fábrica de ropa y la tienda Unisport Uniformes, que da empleo a 30 personas cuya plantilla logró mantener durante la pandemia que sigue vigente.
“Había mucha zozobra de no saber qué va pasar, tuvimos la suerte de que cuando empezó esto del Covid-19 teníamos pedidos por entregar, pero ya nos los acabamos, ahora seguiremos con los uniformes escolares, aunque hay fuerte competencia en Tampico, seguimos conservando algunas escuelas, pero aún no definen fechas para el regreso a clases” refirió. Debido a que la economía local, al igual que en el resto del país está golpeada, ha decidido mantener los precios del 2019 y ofrecer a sus clientes descuentos del 10 % en los uniformes escolares, como medida para conservarlos.
Onésimo es un empresario que se ha hecho así mismo, dice que no espera que el Gobierno venga a rescatarlo, por ello, él continuamente está buscando clientes y oportunidades para su empresa y poder mantener las fuentes de trabajo.
“Estuve por dos meses trabajando desde casa, las trabajadoras se llevaron a casa sus máquinas de coser, algunas se quedaron en la fábrica para cumplir con pedidos para negocios esenciales como gasolineras, plantas tratadoras de agua y tiendas de autoservicio”, precisa.
Por esta forma de pensar decidió no buscar créditos del Gobierno y optó por ajustar sus finanzas para evitar los recortes laborales y mantenerse a flote, promocionado la venta de sus uniformes por donde le fuera posible.
“No esperemos que el Gobierno venga a rescatarnos, logramos salir adelante solos, hay que trabajar muy duro, en nosotros está en mantener las fuentes de trabajo. La tendencia es que nuevos virus vienen y el mercado en línea tiene un potencial tremendo” indicó. El empresario considera que las empresas pequeñas son las que crecerán más que las grandes en la cuestión online, si no tengo un portal puedo vender por WhatsApp y por Facebook, ya fui a Sepomex a informarme cuánto cuesta hacer envíos a toda la república y son tarifas muy económicas, puedes vender a nivel república y sí está muy bien hacerlo en línea, porque puedes bajar costos, y hacerlo cualquier día de la semana”, Molina comentó que ya trabaja en un portal de su negocio para tener presencia en línea y levantar pedidos a todo el país, lo que sin duda le dejó como enseñanza la pandemia que sigue generando estragos en la economía de este negocio que se ha mantenido con grandes esfuerzos.