Sin tener una fecha exacta de cuándo fue concluida la construcción del edificio que alberga la parroquia Santiago Apóstol de Altamira, cuya arquitectura es similar al templo de Santiago Compostela en España, sigue de pie y considerado un monumento histórico protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La antigüedad del templo católico se estima sea poco menor a la fundación de la entonces Villa de Altamira, en el año de 1749, se calcula tenga 250 años aproximadamente.
El cronista de la ciudad, Francisco Castellanos Saucedo, indicó que “se dice que a los cuatro a cinco años después de haber sido fundada Villa de Altamira, el 2 de mayo de 1749 por José Escandón y Heguera, ya estaban construidas las paredes del templo”.
Dijo que “la obra estuvo dirigida por frailes franciscanos procedentes de Zacatecas, pero pudo haber durado aproximadamente 30 años su construcción''.
No tiene cimientos y el techo es de piedra
Como dijera Cuco Sánchez, por cierto cantautor altamirense en su composición “La cama de piedra”, de ese mismo material fueron construidas las paredes y el techo del edificio tanto parroquial, extraída de la entonces zona rural de este municipio.
“La construcción del templo es a base de pura piedra marina extraída del ejido La Pedrera, a menos de 10 kilómetros de la zona centro de la ciudad, hacia la parte sur y desde allá la trajeron para construir el templo. Es un material de esta región y por consiguiente resistente al clima de esta zona”, agregó.
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De un terreno que se localiza a un costado del fraccionamiento Villas de Altamira y Villa de las Flores, de ahí extrajeron la piedra y hoy es un vaso receptor de agua pluvial de esos dos sectores habitacionales, justo en el centro del ejido La Pedrera.
Leche de vaca y nopal hervido
Entre los datos curiosos de esta centenaria construcción es que precisamente la piedra fue unida con leche de vaca y nopal hervido, elementos que en aquella época eran muy abundantes en el municipio de Altamira.
“El templo edificado en honor a Santiago Apóstol está construido a base de piedra labrada, de origen marino, la cual sirvió para pulir y pegarla con una mezcla hecha de leche de vaca con nopal hervido, recordemos que en aquella época había mucho ganado bovino, incontable, le pusieron una cantidad generosa de leche, los feligreses decían que si le ponían el lácteo jamás iba a faltar leche en el municipio”, agregó Castellanos.
Esa mezcla de elementos naturales permitió que hasta nuestros días la construcción siga de pie y a pesar de que no tiene ningún tramo de varilla de acero, no se ha caído ninguna pared, mucho menos el techo de forma circular y tiene una cúpula central.
Aunque el techo no fue construido a la par de las paredes, este por muchos años fue de zacate, por lo que ahora se desconoce en qué fecha fue colocada la piedra para que cubriera esa función.
Resistió al ciclón Hilda
Entre otros datos sobresalientes del templo católico resalta que en 1945 se cayó una piedra del edificio parroquial, por lo que las autoridades y habitantes de aquella época decidieron que era mejor no seguir ocupando el inmueble ante el temor de que fuera a derrumbarse por completo.
“A partir de ahí el pueblo de Altamira decidió no seguir ocupando el edificio construido con la fundación de la entonces Villa, por lo que en el año de 1948 se formó un comité de construcción de lo que sería una capilla alterna, la cual se localiza en el costado derecho”, explicó el promotor histórico, Adrián Olvera Tavera.
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Para ello se hizo una serie de actividades, entre ellas la realización de un carnaval pues se aproximaba la celebración de los 200 años de la fundación de Altamira, en éste se realizó un certamen para elegir a la Reina de los festejos del 2 de Mayo, participando Gloria Aparicio Tavera y Edith Armas López.
“De ahí se sacaron recursos económicos para construir la capilla alterna que actualmente se localiza a un costado de la Iglesia Santiago Apóstol, pues la Iglesia ya no se ocuparía, pero cuál fue la sorpresa que ese edificio histórico en el año de 1955 resistió el ciclón "Hilda", entonces a partir de ahí se decidió ocuparlo nuevamente hasta nuestros días”, agregó Olvera Tavera.
Revoques no son parte de la originalidad
Ambos entrevistados coincidieron en señalar que el revoque de la Iglesia fue colocado para proteger la piedra marina, evitar filtraciones de agua y humedad.
“Fue en la década de los ochentas cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el INAH, autorizó que se revocara en el exterior e interior del inmueble para su conservación, pero sobre todo para evitar que hubiera problemas de humedad que con el tiempo se cayera el templo”, agregó Castellanos.
Para Olvera, “A la Iglesia se le veía la piedra, fue en el año de 1985 cuando empezaron a revocarla por dentro y por fuera por autorización del INAH”.
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En la actualidad ese revoque colocado en el exterior como en el interior de la Iglesia se empieza a desprender, a pesar de ello no existe riesgo de desplome del templo, el INAH ha pedido al párroco Bernardo Javier Arrendo Segura forme un comité para iniciar con los trabajos de inmediato.
El desprendimiento de fragmentos del recubrimiento en el exterior e interior es producto de la humedad que se ha tenido en las últimas semanas pero también la sequía que se tuvo durante los últimos ocho años.
Este 25 de julio se conmemora a Santiago Apóstol, Santo Patrono de Altamira, cuya imagen en bulto se puede apreciar al interior del templo, es un buen motivo para que usted aprecie la belleza de este monumento histórico que da identidad a los altamirenses, pero también es un punto de referencia histórica para la fundación de Tampico y Ciudad Madero.