TAMPICO ALTO, Ver., Febrero 14.- Debido a los embates por los fenómenos meteorológicos y las plagas que atacan los cultivos, productores agrícolas del municipio tienen un panorama incierto para el 2018, pese a que se tiene agua suficiente.
Rodrigo Ramírez Ruiz, productor de la zona de la Brecha Huasteca, comentó que, aunque hay una buena expectativa de cultivo, la volatilidad que pudiera darse en el tipo de cambio y el precio de los combustibles hacen que el escenario sea incierto, por lo que desconocen aun cuántas hectáreas se cultivarán.
Pese a que se tiene agua suficiente y terreno para tener un buen año agrícola, hay factores como la volatilidad en el tipo de cambio, lo cual, dijo "nos impacta debido a que los principales insumos como la semilla y fertilizantes son de importación".
Añadió que otro punto en contra son los combustibles, lo cual también "pega" a los productores agrícolas. Reconoció que, aunque existe un programa federal de subsidio al diesel, éste nunca ha aterrizado por parte de Sagarpa.
"Hay un acercamiento con la Sagarpa y ésta ha sido una exigencia de antaño, por lo que no se quitará el dedo del renglón sobre el tema".
SIN PROYECCIÓN
Comentó que los fríos permiten controlar las plagas, por lo que se ve un buen panorama, pero éste tiene sus reservas con el tipo de cambio y los precios de combustibles. "Podemos tener toda el agua y la tierra, pero si no tenemos semilla no podemos trabajar".
Por ello, expresó que no tienen proyección, porque no sabe el comportamiento del dólar, el cual les ha dado muchos sustos desde el año pasado.
La jícama es uno de los productos que tiene aceptación en el mercado internacional, mientras que la sandía y la piña tienen mercado en la región y el país, mientras que el cacahuate es de consumo local.
CONTEXTO
La incertidumbre de los productores se debe principalmente al resultado obtenido en el anterior periodo de cosecha, pues un productor que cultivó 50 hectáreas de determinado producto y sólo logró cosechar 30 de ellas por el efecto adverso de un fenómeno meteorológico, no logró obtener la ganancia que le permita cultivar en el siguiente periodo de siembra la superficie que cosechó, y no se atreverá a sembrar 30 hectáreas porque económicamente no es posible y es el riesgo de tener otra vez pérdidas, lo que sucede con todos los campesinos.