La pandemia, la caída del comercio mundial, el desplome de la industria turística y el estancamiento del sector petrolero en el país se asociaron para golpear la contratación de marinos mercantes mexicanos, los cuales afrontan un desempleo sin precedente del 40%, obligando a muchos a emigrar a países lejanos y abandonar por meses o años a sus familias, reveló el Colegio de de Marinos de Tamaulipas.
Rogelio Knight Castillo, presidente de ese organismo, expresó que la profesión vive una etapa dramática, pues otro problema es que a más de un año que comenzó la dispersión mundial del virus Covid-19 es muy complejo que las tripulaciones hagan desembarcos y regresen a casa por las cuarentenas, que suelen ser más difíciles en países de África, Asia y América Latina.
“Aún es indeterminada la cifra de marinos que se encuentran actualmente confinados en barcos sin pasajeros o buques comerciales, en ocasiones sin recibir salario alguno o por un período de tiempo muy superior al estipulado en su contrato.
ABANDONADA LA MARINA MERCANTE DEL PAÍS
Si bien es cierto, subrayó, todos los marinos del mundo afrontan las secuelas por el Covid-19, en México es peor porque la industria está frenada por las políticas federales, no hay certidumbre para la inversión privada, además que hay una ausencia total de incentivos para el renacimiento de una marina mercante de altura.
“Existe una situación difícil en el gremio, ya que además muchos egresados de las escuelas náuticas, que son hipertensos o tienen otros padecimientos degenerativos, no tienen oportunidad de trabajar, ni tampoco reciben contratos para navegar, dejándolos en una situación económica muy vulnerable”.
DESPLOME DEL SECTOR TURÍSTICO
Knight Castillo expresó que el colapso en la industria turística también influyó en el escenario destructivo que dejó el Covid-19, pues en muchas naciones como México, las embarcaciones de paseo y cruceros hoy ya son chatarra.
En la mayoría de las regiones del mundo las medidas de confinamiento persisten para frenar la transmisión del virus SARS CoV-2 y aún es difícil estimar cuándo se retomará la etapa de reinicio de esa industria, de la que dependen millones de plazas laborales.