La pandemia incrementó los residuos sólidos infecciosos dispersados en ríos, lagunas y terrenos baldíos de los municipios conurbados.
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Lo anterior, debido a que persiste un atraso de años en la recolección, disposición y aprovechamiento ecológico de las más de 850 toneladas de basura que por día son generadas en la zona metropolitana de Tampico, afirman ecologistas.
De ese total, explican, alrededor 130 toneladas quedan en la vía pública, porque no se ha avanzado en el reciclamiento y aprovechamiento energético de los deshechos urbanos, con un impacto muy grave en la salud humana y en el medio ambiente, critica Miguel Angel Verástegui Cavazos, director de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente y Ecológico (Ambientam).
La legislación vigente, dice, obliga a cada municipio a la disposición final y tratamiento adecuado de los deshechos, pero el cumplimiento es a medias con el relleno sanitario en el ejido Medrano de Altamira, el cual recibe la basura de Tampico y Madero, pero sin aprovechamiento ecológico, porque solo se separa aluminio, cartón, metal, vidrios y resto es enterrada, explica.
Resalta que la crisis sanitaria agravó la contaminación ambiental, pero no existe autoridad alguna con preocupación por el destino final de los millones de cubrebocas , ni donde quedan o como se tratan los residuos infecciosos generados en los hospitales público y privados, que atienden enfermos con Covid-19.
“Hay una miopía total de la clase política y el tema de los desechos urbanos, no está en la agenda actual, por lo que vamos a insistir para que los candidatos a las alcaldías y diputados que contenderán este año, la agreguen como prioritaria y la zona resuelve esa deuda ambiental”.