Pequeños artesanos que elaboran productos a base de conchas, caracol, madera y vidrio, afrontan una doble crisis, consecuencia de la creciente competencia de copias asiáticas y del agotamiento de sus ahorros por la caída de hasta 80% de sus ventas por el confinamiento social, así como la ínfima afluencia de turismo hacia el Centro Histórico de Tampico y playa Miramar.
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Son familias completas hacedoras de collares, pulseras, figuras religiosas, decorativas, plumas y llaveros y que de generación en generación se han dedicado a la fabricación en pequeño de manufacturas, las que afrontan muchas penurias por el olvido total del gobierno, desde antes y después de pandemia por Covid-19, señaló el artesano Salvador Zamora Sánchez.
“Estamos en una situación muy crítica porque las ventas desplomaron 100% y apenas estamos recuperando un 20%. Aunque todavía ningún artesano ha renunciado a esta actividad, apenas sobrevivimos porque no hay clientes, dejamos de tener visitantes y el consumo local es muy reducido”.
Ubicados en los portales de la calle Ribera, del centro histórico, aseguró que la esperanza de recuperación económica también esta puesta en la vacuna contra el Covid-19 que el gobierno federal ha anunciado comenzará a aplicar en unos días más. Confían que con ello se dé el resurgimiento del turismo, sobre todo a partir de la próxima Semana Santa.
“Somos una veintena de familias en el centro de la ciudad y otro número similar en Miramar, que desde varias generaciones atrás ha soportado muchos embates, como la competencia de productos asiáticos que copian modelos de manufacturas típicas”. Sin embargo, dijo, los artesanos tamaulipecos echan mano de su talento y han creado nuevos modelos a base de concha y caracol típico de la región.
“A pesar de nuestras limitaciones económicas y la escases de trabajo estamos haciendo grandes esfuerzos para que esa actividad no muera y nuestras familias sigan subsistiendo de la fabricación de manufacturas heredadas de nuestros abuelos”, apuntó.
Salvador Zamora dijo que desafortunadamente todos los organismos que ayudaban al desarrollo de artesanos desaparecieron y actualmente permanecen en el desamparo oficial.
Carlos Hernández Pavón, de la Unión de Artesanos de Tampico, dijo que en otras épocas contaban con el respaldo de la banca oficial a través de Nacional Financiera, pero ahora no existe esquema alguno de apoyo. Lo anterior, a pesar de la importancia de los artesanos que preservan la identidad cultural y desperdiciándose el potencial creativo de ese segmento de la población.
Señalaron que el trabajo artesanal no se encuentra dentro de las prioridades oficiales, a pesar de que son parte esencial del turismo.
Tamaulipas se encuentra entre las entidades federativas con más trabajadores industriales y artesanos, después de Oaxaca, Guerrero, Estado de México, Jalisco y Yucatán.