La relación entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) deberá ser institucional a partir del próximo 1 de diciembre pues hoy en día “está muy maleada ya que eso ha provocado que la industria hoy se encuentre endrogada y haya líderes vitalicios dentro del sindicato petrolero”.
El trabajador petrolero jubilado y en su momento integrante del STPRM, Jesús Galindo Hernández, indicó que “lamentablemente la mala relación existente entre el sindicato y la empresa ha propiciado que haya corrupción dentro de la paraestatal y en el sindicato, lo cual va en perjuicio del trabajador petrolero quien es el que paga los platos rotos al final de cuentas pues abusan de sus derechos y no lo defienden ante la empresa”.
Lamentó que debido a ese maridaje existente entre la parte patronal y sindical, “nosotros como trabajadores tenemos que andar como limosneros en la atención médica cuando es un derecho que tenemos como trabajadores y que la misma empresa está obligada a proporcionarnos, pero lamentablemente nuestros representantes sindicales que están vendidos no hacen nada para defendernos”.
Adelantó el trabajador petrolero jubilado: “esta mala relación que ha existido en al menos los últimos veinte años donde han surgido los líderes vitalicios terminará con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al frente de la Presidencia de la República donde el próximo secretario del Trabajo y Previsión Social deberá llamar a cuentas a los dirigentes sindicales y exigirles el control estadístico, la venta de plazas y venta de bienes inmuebles”.
Por último, concluyó Galindo Hernández, “la autonomía sindical se pierde cuando el dirigente delinque, ya no es autónoma cuando la persona moral incurrió en la venta de plazas a cambio de violar los derechos del trabajador, por lo que deberá ser procesada ante las autoridades federales”.