Pese a que apenas hace unas horas el obispo de Tampico, José Armando Álvarez Cano, era reportado estable, su salud sufrió complicaciones y ahora los integrantes de la diócesis local lo confirman como “delicado”.
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Debido a que resultó positivo al coronavirus, tuvo que ser hospitalizado el pasado domingo 27 de diciembre, “nuestro obispo se encuentra delicado, ya se le administraron los medicamentos correspondientes y esperamos que su evolución sea favorable”, expuso monseñor Elías Gómez Martínez, vicario general.
Cabe recordar que en las últimas ceremonias religiosas y a lo largo de la pandemia, el representante de la Iglesia en el sur de Tamaulipas ha sido enfático en el mensaje de que debemos seguir cuidándonos ante la pandemia, pues el riesgo sigue latente.
Hasta el momento, en Tamaulipas las iglesias y templos siguen abiertas. Sin embargo, se han establecido fuertes protocolos de salubridad y prevención para el ingreso de los feligreses como la toma de temperatura, el cupo limitado y el uso de cubrebocas.