Los movimientos estudiantiles de hace 52 años que marcaron la historia del país, por los objetivos que buscaban los que en ellos participaban como reconocimiento y respeto a sus derechos, mientras que otros lo hacían con el ansia de un cambio en el país, para convertirlo en uno en que verdaderamente se ejerciera la democracia y que la desigualdad económica de la población se redujera.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí́
Para el maestro José de Jesús Sandoval Acuña, un tampiqueño sobreviviente de la matanza de Tlatelolco de 1968, y testigo de ese trágico suceso en la historia del México moderno, cuenta, ahora a sus 75 años, que en ese movimiento que culminó con el asesinato de los estudiantes, fue en el que se buscaba mucho más que los derechos de los estudiantes, de los que él era dirigente en la escuela de Filosofía y Letras.
Acomodado en un sillón en la sala de su casa, en la calle Emilio Carranza de la zona centro de Tampico, el estudioso de Historia, Filosofía y Pedagogía, que en aquel entonces contaba con 23 años de edad, narra los sucesos previos al día 2 de octubre, como estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Una cosa curiosa, yo siempre me he rehusado a reducir el movimiento estudiantil de México al 2 de octubre, fue mucho más que esto, fue un período que comenzó a gestarse mucho tiempo atrás, no solo con los estudiantes, a los que nosotros nos motivó a comenzar con nuestras demostraciones de inquietud, fue por la inconformidad por represión contra los ferrocarrileros y su lucha y sus presos, por los maestros su lucha y sus presos", expresó.
El movimiento estudiantil de la Ciudad de México tuvo influencias de muchos tipos, internas y externas, por los muchos movimientos estudiantiles en Morelia, Tabasco, Veracruz, Puebla, Sinaloa, Guadalajara y Monterrey, en todos lados incluso aquí en Tampico en la Universidad Autónoma de Tamaulipas UAT también lo hubo.
ENTRE MÚSICA, REVOLUCIÓN SEXUAL Y HARTAZGO.
Los jóvenes estudiantes de esa época tuvieron además muchas influencias como la música de Bob Dylan, Elvis Presley, los Beatles, Rolling Stones, además The Doors, Janis Joplin, Jimi Hendrix, también la revolución sexual, la minifalda, la píldora, pero sobre todo la ausencia de democracia en México.
Revela que en el país había un régimen, no autoritario, francamente represivo, brutal, que con Gustavo Díaz Ordaz llegó a un cinismo total, a balandronarse de que él había salvado a México el 2 de octubre.
Los pronunciamientos de estudiantes según revela José de Jesús Sandoval, comenzaron de una forma aparentemente accidental, y es accidental, porque hubo un conflicto entre estudiantes de las vocacionales 2 y 5 que pertenecen al Politécnico, con una preparatoria particular que estaba incorporada a la UNAM, la "Isaac Ochoterena de la Garza", y en ese conflicto se involucraron unos grupos de pandilleros "Los Arañas" y "Los Ciudadelos", el 22 de julio del mismo año, con la intervención virtual de los granaderos que golpean a estudiantes maestros y ciudadanos, al ingresar a la vocacional 5 con el pretexto de detener a los pandilleros.
"Yo soy gente de izquierda, en ese tiempo yo era marxista, ya no soy marxista, soy crítico de Marx; en esa época admiraba y admiro muchas cosas de la entonces Unión Soviética, ahorita no aceptó a Rusia ni a Putin, en ese entonces admiraba a China y a Mao Tse Tung, ahorita ya no los admiro tanto y no creo en Xi Jinping; también admiraba mucho a Fidel Castro y a Cuba, acabo de estar en Cuba y me duele mucho la situación de ese país; también admiraba mucho a Corea del Norte, y a Kim Il-sung, ahorita veo que es una dictadura brutal, totalitaria, es un campo de concentración, el socialismo está quebrado a nivel mundial y nos duele mucho porque luchamos por esas ideas muchos de nosotros, no todos porque muchos iban por la cuestión estudiantil, la falta de democracia por el autoritarismo".
Los estudiantes que en ese entonces se consideraban de izquierda, querían desmitificar al gobierno que estaba actuando contra el pueblo directamente, por lo que buscaban la revolución, lo que reconoce Sandoval Acuña, que eso no era posible, era muy complicado, por ello el movimiento de masas.
LOS MOVIMIENTOS
La primera manifestación fue el 1 de agosto, otra manifestación el 5 de agosto, se trató de alumnos que salieron de Zacatenco, al casco de Santo Tomás, en la primera fueron como 50 mil personas, en la segunda como 40 mil.
Luego vino una gran manifestación que fue el 13 desde el casco de Santo Tomás al zócalo, ahí se unieron el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, que estaban divididos por el fútbol americano, pero este movimiento los unió mucho, sobre todo al Politécnico y a la UNAM.
También entró Chapingo muy fuerte, las normales, la normal de maestros y la normal nacional, todas las normales de especialidades estaban ahí, todas las prepas, todas las vocacionales y el Tecnológico de Monterrey, fue algo masivo más de 100 mil 000 en una súper manifestación, llamada la madre de todas las manifestaciones.
"Fue terriblemente dramática, porque fue en silencio, en la que hubo seres maravillosos como el estudiante Leopoldo López Areche, mejor conocido como "El Cuec" del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos que propuso repartir espejos a la gente para que se vieran a sí mismos y entendieran la solución, un gran poeta y que también propuso repartir flores a los granaderos que nos acosaban mucho, pues hacían la función de policía antimotines muy bien preparada pero aun así les pegábamos fuerte".
EL DÍA DE LA MASACRE
"Ese 2 de octubre yo iba como a las 17:00 horas, al mitin que se celebraba en El Chihuahua, al tercer piso, donde siempre se hacían los mítines y ahí estaban varios oradores, e iba a subir al tercer piso cuando pasan corriendo al lado mío un montón de muchachos jóvenes, raros, con el pelo muy corto, ya que todos en ese tiempo traíamos el pelo largo que portaban solo un guante blanco en una de sus manos y subieron con mucha agilidad en las escaleras para llegar al tercer piso y un presentimiento me invadió y ya no subí", recordó José de Jesús Sandoval.
"Después vi que llegó el Ejército y de manera ordenada descendieron y se formaron al momento que solicitaban que desalojar amos la plaza, y el frente de ellos se encontraba el general, Hernández Toledo, a quién el gobierno siempre había utilizado para desalojar estudiantes en diversos estados del país, siempre con firmeza, pero nunca había disparado contra ninguno".
De pronto se escuchó un disparo y el general Hernández Toledo, cayó de rodillas, había recibido un impacto en una nalga, ahora analizando todo nos damos cuenta de que se trataba de una conspiración de la que él no tenía conocimiento, pues los que disparaban contra los militares de la parte alta del edificio eran los jóvenes de guante blanco que habían subido al tercer piso.
"Esto que voy a decir, me ha costado muchas calumnias, porque las balas de los militares eran de salva, pero no las otras, las de los que estaban disparando los de arriba, entonces los militares descargan porque se sintieron atacados porque le habían pegado a su general en jefe, al que le fue quitado el mando en ese momento en el que comenzó la masacre".
José de Jesús Sandoval Acuña, en el libro de su autoría que publicó sobre este suceso, titulado "Los otros 68, lo que usted no sabe del movimiento estudiantil mexicano", "Memorias de un Extremista" donde refiere que ante esta situación comenzó a correr para tratar de salvar la vida y en esa carrera veo a una joven que estaba paralizada por el miedo de las detonaciones a la cual tomó por un brazo y la jaló para evitar que también perdiera la vida.
En su escape de pronto se topó de frente con un militar qué portada fusil en mano por lo que se detuvo en seco y al cruzar miradas con el uniformado este les indicó con una mano que siguieron su camino, evidencia que los militares no tenían orden alguna para asesinar a los estudiantes.
El testigo de la matanza de Tlatelolco dijo que pudo observar como algunos militares sí tiraban a las personas mientras que otros trataban de protegerlas para que nada les sucediera a la vez que podía observar como de las ventanas del edificio El Chihuahua, salían manos y armas y que apuntaban hacia el exterior y algunas de ellas se les apreciaban paliacates atados a las muñecas, como un distintivo entre ellos y los de guante blanco.
Este hecho se supo a nivel internacional porque una reportera italiana de nombre Ariana Falachee, resultó herida en una de sus piernas, cuando fue alcanzado por una bala durante la matanza de estudiantes en Tlatelolco.
LOS MUERTOS
Sobre la cifra de muertos en este sangriento hecho de Tlatelolco 68, dice son confusas, pero calcula que fueron aproximadamente 300 personas en las que murieron en esa ocasión y no miles como algunos autores han publicado en sus libros sobre este tema, ya que asegura ninguno de ellos estuvo en el lugar.
Ahora Jesús Sandoval califica esta situación como una trampa porque faltaban unos cuantos días para el inicio de las Olimpiadas en México en 1968 y el gobierno no quería se presentarán este tipo de manifestaciones por la presencia de la prensa internacional que estaba llegando al país para la cobertura de los juegos olímpicos.