Municipios se preparan para arribo masivo de deportados

El estado de Tamaulipas, en especial las localidades de Nuevo Laredo y Reynosa, se preparan para afrontar la expulsión de migrantes ilegales de Estados Unidos a partir de la presente semana, ante ello, autoridades buscan coordinar esfuerzos.

En la ciudad de Nuevo Laredo, de acuerdo con cálculos de la Unidad Estatal de Protección Civil, hay más de tres mil personas varadas en su albergue, así como en otros centros operados por iglesias y agrupaciones sociales que les están brindando apoyo.

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Cierran el Reynosa-Hidalgo por presencia de migrantes cubanos

Pedro Granados Ramírez, titular de Protección Civil en Tamaulipas, manifestó que el programa anunciado no ha iniciado como tal, sin embargo quienes han logrado alcanzar la frontera en su afán de cruzar a Estados Unidos con una visa humanitaria, representan ya una gran responsabilidad.

De acuerdo con lo informado, con las acciones del gobierno de Estados Unidos para los siguientes días se espera la llegada de migrantes de origen venezolano, salvadoreño, guatemalteco y de otros países de Latinoamérica.

“Los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros son los que estan al pendiente del arribo de los connacionales y migrantes de estos países que se espera sean enviados desde Estados Unidos, también están agrupaciones civiles y religiosas con el apoyo del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes

Por su parte, el gobierno de Tamaulipas destina una partida anual de tres millones de pesos para cubrir la alimentación de miles de migrantes que permanecen en las ciudades fronterizas, informó Omeheira López Reyna, directora del DIF del estado.

De igual modo, la Secretaría de Salud destina un presupuesto para la asistencia médica de los hondureños, haitianos, cubanos y africanos, "todos los centros de migrantes están bajando nuestro resguardo y el presupuesto que tenemos asignado para darles alimentación oscila en los tres millones de pesos".

Por su parte, el Servicio Nacional del Empleo (SNE) en Reynosa brinda oportunidades laborales a personas migrantes que están esperando la respuesta del gobierno estadounidense en el tema de su asilo político.