Inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor despliegan una campaña de verificación en comercios de todos los tamaños y giros para comprobar que han hecho el pago anual y la calibración de básculas, dando como resultado que en algunos establecimientos locales colocaron sellos de suspensión por desacatar el ordenamiento, además de incumplir con precios a la vista.
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El titular de la oficina en Tamaulipas, Rafael Alejandro García Casanova, mencionó que los dueños de establecimientos están obligados a obtener un engomado para demostrar que sus aparatos de peso y medición se encuentran calibrados y proporcionen el peso exacto a los consumidores y aunque ese plazo concluyó en mayo, continúan recibiendo a quienes desean realizar el trámite.
Actualmente los inspectores hacen revisiones en tortillerías, carnicerías, pollerías, misceláneas, tiendas de conveniencia y otros negocios para hacerles la invitación a hacer la solicitud de revisión, pagar el holograma y ser sujetos a la calibración.
Señalo que, en algunos negocios visitado han comprobado que no solo incumplen con la revisión de sus básculas, sino también desacatan otras medidas como el de contar con precios a la vista, lo que obligo a inspectores a colocar sellos de suspensión.
Este el caso de la carnicería Praderas Huastecas, del bulevar Adolfo López Mateos, donde los dueños tienen la obligación de cumplir con ambos ordenamientos y pagar una multa.