Ser mujer y capitana de buque mercante no es nada simple. Demanda años de estudio y experiencia, pero en especial de carácter y liderazgo; así lo vive en sus largas travesías por el mundo la tampiqueña Liliana Guzmán Pérez.
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Egresada de la carrera de Piloto Naval de la Escuela Náutica Mercante de Tampico “Cap. Luis Gonzaga Priego González”, la joven no niega que su espíritu de aventura y arrojo le ayudó a decidir por esa profesión de la marina mercante, hasta hace poco exclusiva de los hombres y ahora con un empoderamiento femenino creciente.
De estatura media, esbelta y larga cabellera, no deja de sorprender que su vida profesional transcurra en un mundo de marinos, algunos acostumbrados al mando laboral de las mujeres y otros todavía reacios a recibir órdenes y disciplina de una oficial.
Siempre ha tenido el apoyo de su familia para cursar esta profesión tan difícil, pero las ausencias de casa por meses o un año a veces le pesan o causan nostalgia. Sin embargo, en la vida marina ha aprendido a manejar emociones.
Es soltera y asegura que por ahora no está en sus planes la maternidad o formar una familia, pues su prioridad es escalar en su profesión con preparación, estudio y experiencia; con el objetivo claro de ascender, triunfar y en ese andar se prepara para convertirse en capitana de altura y obtener la certificación de pilotear buques de más de cinco mil toneladas.
TEMPLE Y LIDERAZGO
A casi 11 años que salió de la escuela náutica, ya acumula trayectoria en embarcaciones buquetanque y aún tiene presente la travesía de 27 días de regreso a México procedente del puerto ruso Novorossysk. Fue su primera experiencia con mando en el barco petrolero “Baraca”.
El viaje no fue fácil, sorteó mal tiempo en el estrecho de Gibraltar, pero obtuvo temple e hizo un buen trabajo, experimentando la responsabilidad de tener en su mano la seguridad y la vida de sus compañeros.
En ese periplo que tuvo como destino el puerto de Lázaro Cárdenas rectificó su talante, liderazgo y le dio madurez como profesionista, que es de mucha importancia en su carrera como oficial.
Tiene claro que como mujer uno de sus más grandes retos es seguir mostrando seguridad y mando para ganar el respeto y la confianza de la tripulación, así como la capacidad de cumplir con la encomienda entregada por las empresas navieras para las que ha laborado, la de mantener la armonía en el barco para llegar a buen puerto.
ESTUDIOS
- Ha complementado su adiestramiento con cursos como operador del sistema mundial de socorro y seguridad marítima
- De operación de buques petroleros, de oficial de protección del buque y de gestión de los recursos del puente
- Sistema de información y visualización de cartas electrónicas, liderazgo y trabajo en equipo
- De Operador de radar y arpa, cuidados médicos y manejo de botes de rescate rápido
- Actualmente se prepara obtener ascenso como capitán de altura