Con un porvenir incierto por la pandemia, la cancelación de los procesos de asilo humanitario a Estados Unidos desde hace varios meses y el cambio de gobierno en aquel país son situaciones que viven los migrantes.
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Para algunos de los llegados de Sudamérica, el Caribe, Europa, Asia y África es un aliciente la llegada de Joe Biden, pero en nada favorecerá a quienes tienen parado el “sueño americano” que ha sido frenado abruptamente a un costado del río Bravo.
En este contexto y ante la amenaza inminente de contagios de coronavirus, los migrantes varados en la frontera de Tamaulipas no tendrán fiesta como tradicionalmente cada año se realizaba, en su lugar, los organismos civiles harán una discreta entrega de paquetes de ayuda.
Hace un año los migrantes recibieron en algunas casas de asistencia comida, regalos, además de ropa y zapatos, sin embargo, el panorama es diferente, ya que por pandemia de 11 casas abiertas en la región de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, actualmente operan cinco con limitaciones sanitarias.
“Se entregarán algunos regalos y alimentos, pero no podemos tener contacto con grupos grandes, algo para celebrar, hay una regla establecida en la frontera de grupos no mayores de tres personas y en lugares cerrados está prohibido”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, el coordinador en México del Consejo Nacional de Legisladores y Líderes Migrantes, (Conaly), José Carmona.
“Esta pandemia nos está golpeando muy fuerte, los migrantes son grupos muy vulnerables y vamos a tratar de no estar reunidos”, agregó.
Destacó que, aunque no se cuenta con cifras específicas la cantidad de migrantes que se encuentran en la frontera tamaulipeca es baja comparada a cuando se quedaron cientos de cubanos o llegaron las caravanas.
“Son pequeños grupos, primero la política de los Estados Unidos y lo peligroso que es cruzar, lo segundo, la pandemia, vino a quitarles el sueño o la esperanza de hacer estos intentos y tercera, las mismas casas han optado por cerrar este tipo de asistencia y servicio”, detalló.
La presidenta de la Asociación Civil Ayúdales a Triunfar, Gladys Cañas, explicó que con el apoyo de organismos como Angry Tías and Abuelas y Team Bronswille, cada 18 de diciembre se festejaba el día de los migrantes y se hacía al mismo tiempo la posada.
“Nosotros empezamos con tortas, hamburguesas, hot dogs, pero después con Andry Tías and Abuelas y Team Bronswille llegaron a contratar servicio de restaurante y nosotros para no duplicar funciones ofrecimos regalitos, donaciones y se hacía una bonita convivencia”, recordó.
“Hay que reconocer que estos organismos ni en pandemia pararon, siempre están buscando ayudar a los migrantes que se quedaron en el campamento al lado del río Bravo”, detalló.
Explicó que estos festejos incluían a los migrantes que están en situación de calle, así como a los que se encuentran en instituciones, campamentos o domicilios.
“Cada 18 de diciembre nosotros lo tenemos como fecha definida, ahora nada más vamos a entregar la comida y las donaciones que logramos recaudar durante este mes, de forma ordenada y siguiendo el protocolo que nos marca la Secretaría de Salud”, apuntó.
CONTINGENCIA CAMBIA MANERA DE APOYAR A MIGRANTES
La contingencia sanitaria ha cambiado la forma de trabajar con las personas en migración, aunque ellos saben que este 18 de diciembre es un día especial, ya que en años anteriores acudían al festejo al menos unos 150 migrantes. “Vamos a tener que atenderlos de poco a poco, muchos viven en casas abandonadas o en zonas de larga distancia, vamos a hacerlo lo más rápido posible para que ellos pueden regresar y que no se expongan”, explicó Cañas.
“Diario vemos como 15 o 10 personas, dependiendo sus necesidades; ellos vienen porque necesitan documentos, necesitan de alguna despensa, porque necesitan de algún trabajo o un instrumento para poder tener un oficio para lavar carros o bolear zapatos”, agregó.
Relató que en esta zona fronteriza se percibe una menor afluencia de migrantes, aunque no descartan que una vez que Joe Biden se convierta oficialmente en el presidente de Estados Unidos la situación cambie.
“A raíz de este flujo migratorio de solicitantes de asilo se implementaron espontáneamente (en Matamoros) otras casas de migrantes por la necesidad de refugiar a la gente en algún techo donde pudieran pernoctar; realmente ahorita no tienen una población por la pandemia”, detalló.
En este Día Internacional del Migrante, Gladys consideró que el panorama es aún demasiado complejo, pues la gente llega con la esperanza o determinación de cruzar el río y encontrar una mejor vida del otro lado para no volver jamás a su país de origen.
“Hay veces que hablamos con ellos y tratamos de convencerlos de que regresen a su país, a su casa, pero ellos nos dicen que para llegar hasta acá vendieron, empeñaron todo y es por eso su afán de cruzar, ellos dicen que ya no pueden volver, pero acá se pueden quedar atorados años”, finalizó.
Para conocer la cifra real de migrantes en la frontera tamaulipeca, EL SOL DE TAMPICO solicitó una entrevista con el Instituto Tamaulipeco del Migrante, el organismo nunca dio una fecha.