“Pues polvo eres y al polvo volverás”. Con esta frase, tomada del Génesis, se imponen hoy las cenizas y da comienzo la Cuaresma.
Se trata del arranque de un tiempo litúrgico de 40 días de abstinencia y ayuno que prepara para la Pascua.
Esta práctica data desde el siglo IV y su propósito es alcanzar un tiempo de penitencia y renovación para toda la Iglesia Católica y sus devotos. Permanece ilustrada en las Sagradas Escrituras y tenía la intención de clamar la misericordia de Dios por las faltas cometidas o implorando que no llegara alguna calamidad al pueblo.
Incluso es relatada en Jeremías 6:26, el cual dice "Vístete de saco, hija de mi pueblo; revuélcate en la ceniza. Llora como se llora por el primogénito, llora amargamente, porque de repente vendrá sobre nosotros el invasor”, establece el padre Enrique Olguín Olguín, de la Parroquia San Felipe de Jesús de la colonia Morelos.
Para que el pueblo se convirtiera mandó Dios al profeta Jonás a predicar la penitencia y amenazar su destrucción en 40 días si no se enmendaban, la predicación llegó a oídos del Rey e inmediatamente pidió que todo el pueblo, tanto personas como animales, ayunaran y se vistieran de cilicio y tela áspera y en algunos lugares, se utilizaba una especie de cinturón con puntas que mortificaban el cuerpo.
En nuestro tiempo se impone una cruz con la ceniza en la frente que nos recuerda que como pecadores tenemos la oportunidad de reconciliarnos con Dios.
La Cuaresma es un tiempo de conversión que prepara a la Iglesia para la gran fiesta de la Pascua, es tiempo de arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar aquello que no nos deja ser mejores personas y que nos aleja de Cristo, son días de reflexión que concluyen con la celebración de la Cena del Señor el Jueves Santo.
LAS CENIZAS
Las cenizas, es lo único dejado tras el paso devorador del fuego. Es polvo de lo que antes estuvo ahí. No por nada se le ha relacionado con la muerte y la caducidad, agrega el sacerdote porteño.
Así, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia divina.
Sin embargo, también es símbolo de penitencia y humildad. Asimismo, la penitencia se relaciona con la conversión.
También se trata de invitación para convertirse. Seguir el camino de Cristo y reclamar esa libertad que ha regalado. Dejar de lado lo material, que perecerá, y fijar la mirada en lo espiritual.
TRADICIÓN CON HISTORIA
Desde el siglo VII se estableció el comienzo de la Cuaresma el día miércoles, para que este periodo imitara los 40 días de ayuno de Jesús en el desierto.
Existen registros que señalan que desde el siglo IX la Iglesia comenzó a usar cenizas como demostración pública del arrepentimiento de los pecados.
Hasta 1091 cuando la práctica fue formalizada, ya que el Papa Urbano II decretó el uso de las cenizas para marcar el comienzo de la Cuaresma.
Así comenzó a celebrarse el Miércoles de Ceniza.
¿De dónde vienen las cenizas?
Las cenizas para el rito de imposición provienen de las palmas usadas en el Domingo de Ramos del año anterior. y luego de ser utilizadas, se queman y sus restos se guardan hasta el periodo siguiente.