El olor a café de olla daba la bienvenida al recinto que albergaba una celebración de cumpleaños entre amigos de Paulino Lomas Delgado, el empresario, deportista y filántropo que la madrugada de este miércoles falleció en el sur de Tamaulipas.
A lo lejos el sonido de las guitarras afinandose y las risas eran el marco perfecto para que el hombre enamorado de la vida compartiera la felicidad que representaba llegar a los 90 años. Ahí concedió la última entrevista a EL SOL DE TAMPICO.
“Me siento joven, feliz de estar con todos”, inició la charla en donde habló de diversos aspectos de la sociedad.
Los amigos, una de las cosas que lo hacían feliz
Entre mensajes de buenos deseos y las tradicionales mañanitas Paulino degustó un auténtico desayuno huasteco y ahí mencionó que una de las cosas que más lo hacía feliz era la compañía de sus amigos.
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“La amistad, el cariño, los amigos, la familia, es lo más hermoso eso me hace feliz”, comentaba y veía como los integrantes de la Rondalla Tamaulipeca se preparaban para entonar sus canciones favoritas.
La actualidad de la Jaiba Brava
Corría la década de los años 70 's cuando el arquitecto de profesión se aventuró y emprendió el proyecto deportivo más importante de la zona y realizó la compra del Estadio Tamaulipas, acompañado de la escuadra del Tampico-Madero, proyecto lleno de glorias y grandes momentos para los aficionados del fútbol.
“Me da gusto que estén ahora empresarios de la zona, son buenos en sus negocios, les deseo todo lo mejor. Nada más que no hay ascenso eso es lo malo, la federación sigue su negocio nada más”.
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En ese momento él aseguró que le daba gusto la presencia del equipo por las nuevas generaciones.
“Me da gusto por la juventud, chamaquitos que no conocieron los tiempos grandes del fútbol, esto es lo máximo para el momento y esto va a crecer, y ojalá espero que no tarden mucho en que tenga que abrirse la federación que vean menos negocio y más deporte”.
La pintura, una herramienta de altruismo
Al llegar a los 90 años Paulino Lomas seguía pintando, con su talento realizando trazos únicos y ese día aseguró que él no pintaba para vender, solo para ayudar.
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“Sigo pintando, yo no vendo pinturas, las donó para obras benéficas, no me gusta decirlo. Ya están exprofeso a lo que va, a ayudar”.
El empresario y filántropo Paulino Lomas en su última entrevista dijo: “Los quiero mucho a todos, hay que vernos con cariño, pasión, sin odio y sin rencores. Que Dios los bendiga a todos”, descanse en paz.
