La implementación de un transporte suburbano entre Altamira y Tampico requerirá además de un proyecto bien estructurado, que contemple desde el factor social hasta el económico, la rehabilitación de las avenidas por donde cruzaría, por lo que es aún inviable debido a los costos de operación y la rentabilidad que podría generar este servicio.
Señaló lo anterior o Gualberto Galarza Gamboa, secretario municipal de transporte público en Altamira, quién menciona que "ya se implementó en una ocasión un servicio de transporte público de alta capacidad en este trayecto, teniendo que salir de circulación las unidades, debido a que no se llegó a generar la rentabilidad para que su operación continuara".
Comenta que estos camiones eran de una empresa particular y tenían capacidad para alrededor de 80 personas, sin embargo debido a que el grueso de la movilidad entre las dos ciudades se da solamente en horas pico, la mayor parte del día las llamadas "orugas" transitaban vacías por lo que fueron retiradas, quedando solamente los autobuses que se enrolan de acuerdo a las necesidades de la población en los distintos horarios".
Pero además de la rentabilidad, expone, "también existen deficiencias en cuanto a la capacidades de las avenidas por dónde podría transitar este nuevo transporte, puesto que actualmente se encuentran saturadas y se tendría que designar un carril especial para estás unidades, lo que implica una fuerte inversión, que bien podría aplicarse actualmente a la rehabilitación de estas carreteras por donde cruza el 80% de la población".
Comenta que el estudio para modernizar el transporte público por parte de las autoridades abarca diversos aspectos, pero se tendrían que resolver primero problemáticas como la autorización de más rutas, realizar la rehabilitación de las arterias por donde cruzan los más importantes trayectos de las rutas, además de un programa de modernización de las unidades, quedando la implementación de otras modalidades de transporte todavía a un largo plazo.
En el índice de Movilidad Urbana 2018, que realizó el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) Tampico resultó como la tercera ciudad peor calificada en este rubro, con respecto a la cantidad de habitantes que usan el transporte público, el 42%, y junto con las posibilidades y alternativas con las que cuentan para trasladarse de un punto a otro.