Cuando Jessica Castillo Cavazos y Paola Fernández González decidieron unir legalmente sus vidas bajo el régimen matrimonial, se encontraron con obstáculos que en ese momento hacían imposible darle certeza jurídica a una relación que ya llevaba 7 años. No eran los convencionalismos sociales, los prejuicios ni la discriminación, sino la ley.
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Después de analizar como opción inicial acudir a la Ciudad de México para poder casarse, se enteraron que un grupo de activistas estaba invitando a través de redes sociales a quienes quisieran participar en una solicitud colectiva de amparo, para poder lograr que en el Registro Civil se les reconociera legalmente como parejas, mediante el respectivo contrato matrimonial. De inmediato decidieron iniciar el trámite y unos 8 meses año después cristalizaban su deseo.
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Jessica y Paola fueron la primera pareja abiertamente homosexual de Tamaulipas que anunció su compromiso y contrajo nupcias en una ceremonia que 5 años después, sigue siendo referencia para quienes pertenecen a la comunidad LGBTTTI en la zona y el estado.
Hoy, a la distancia, ambas se dicen felices de haber tomado esa decisión que estuvo motivada más por la inquietud de garantizar el acceso mutuo a servicios de seguridad social y beneficios laborales para su cónyuge que por otra cosa.
“Nuestras familias y amigos ya sabían de la relación, ya teníamos vida en común y aunque no era indispensable para estar juntas, por el aspecto legal es que quisimos dar ese paso del matrimonio”, Paola, mientras recuerda con Jessica el momento de su boda civil, el 29 de junio de 2015, en un salón de eventos de la zona norte de Tampico.
LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO DEL MATRIMONIO IGUALITARIO
El domingo 28 de junio se celebra lo que los colectivos LGBTTTI llaman “Día del Orgullo Gay” y que visibilizan mediante una marcha que recorre avenidas principales de la capital del país y de varias ciudades de la República, los integrantes de esos grupos han expresado que a pesar de los esfuerzos que han realizado a lo largo de los años y de los logros obtenidos como el reconocimiento al que califican como matrimonio igualitario, falta mucho por avanzar.
En México, actualmente 13 estados del país reconocen y tienen permitido que se realicen contratos matrimoniales entre personas del mismo sexo debido a modificaciones realizadas a la ley. En 6 entidades más lo aceptaron, acatando fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues revisó amparos a sus respectivas leyes en las que los promoventes denunciaron que esas legislaciones atentaban contra sus derechos humanos, al no permitirles formalizar sus relaciones de pareja mediante contratos matrimoniales, como sucede entre hombres y mujeres.
El matrimonio entre personas del mismo sexo se conoce también como matrimonio igualitario, matrimonio homosexual o matrimonio gay. Es una figura que permite a ambos integrantes de esa pareja legalmente reconocida ante las instituciones civiles, los derechos y obligaciones vigentes. Con ese estatus legal, se garantiza el acceso a los servicios de seguridad social y otros beneficios que les corresponden como cónyuges.
La Ciudad de México -gobernada desde hace 23 años por la izquierda-, fue la primera en aprobar los matrimonios homosexuales y las adopciones homoparentales en 2010, siendo jefe de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubón, actual secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno federal. A partir de ahí, el movimiento LGBTTTI agrupado en diversos colectivos impulsó acciones legales que dieron como resultado el reconocimiento por modificación de leyes o fallos de la Corte, que la unión entre personas del mismo sexo fuera reconocida mediante la figura de un contrato matrimonial en Campeche, Chihuahua, Colima, Michoacán, Coahuila, Morelos, Nayarit, Hidalgo, Baja California Sur, Oaxaca, San Luis Potosí y Quintana Roo, mientras que en otros como Chiapas, Puebla, Jalisco, Nuevo León y Baja California tuvieron que acatar la orden de la Suprema Corte, que estableció jurisprudencia sobre el asunto el 12 de junio de 2015.
EN TAMAULIPAS NO ES PRIORIDAD MODIFICAR LA LEYES
Tamaulipas, aunque no está en ese grupo, ha reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo solamente en los casos en los que los interesados han recurrido a la justicia federal y mediante amparos contra determinados artículos, solicitan se les reconozca la unión legal, con todas las atribuciones y responsabilidades conyugales que marcan las leyes. En la misma situación están Sinaloa, Sonora, Tabasco y Yucatán.
En ese sentido, el Congreso de Tamaulipas no ha recibido formalmente iniciativas de diputados locales para analizar el tema de las modificaciones legales que permitan la aceptación de las uniones legales entre personas del mismo sexo.
Desde el año pasado, cuando la actual Legislatura estaba por iniciar sus labores algunos diputados electos dejaron en claro que el asunto no es un tema prioritario en la agenda de la institución.
Tampoco los integrantes de fracciones parlamentarias autocalificadas como progresistas -como los legisladores de Morena-, han tenido entre sus propuestas de iniciativa la presentación de alguna que busque modificar las leyes para reconocer ese tipo de uniones entre personas del mismo sexo.
Hasta ahora, el tema permanece olvidado en el Congreso estatal, donde de antemano se dejó claro desde el año pasado que el asunto tendría que esperar a que se discutieran y aprobaran otras leyes que tienen mayor importancia en la vida de la mayoría de los tamaulipecos.
PAOLA Y JESSICA, PRIMERA PAREJA EN CONSEGUIRLO EN TAMAULIPAS
Sentadas cómodamente en la sala de su casa, Paola y Jessica rememoran los momentos previos al día en el que concretaron por fin su objetivo de ser reconocidas como matrimonio por la ley en Tamaulipas.
Logrado mediante un amparo de la justicia federal, ambas fueron la primera pareja del mismo sexo en firmar un contrato matrimonial en Tamaulipas, el 29 de junio de 2015. Llevaban ya una convivencia en común de 7 años y la preocupación por protegerse mutuamente en los aspectos jurídicos y de seguridad social, fue lo que las animó a formalizar su unión que era ya conocida y aceptada por amigos y familiares.
Sonriente Paola y un poco más seria Jessica, cuentan que el proceso para lograr el amparo que les permitió firmar el contrato matrimonial se llevó año y medio, lapso en el cual conocieron casos de otras parejas que buscaban lo mismo.
A 5 años de haberse convertido en la primera pareja homosexual en ver reconocida legalmente su unión, consideran que falta mucho por lograr en materia legal, para que se les reconozca ese estatus a quienes están en su misma condición y desean el reconocimiento de las instituciones a las uniones que tienen con sus parejas.
Ambas se han involucrado en actividades de algunos colectivos que promueven la defensa de los derechos de la comunidad LGBTTTI y aunque sostienen que la sociedad va adquiriendo mayor madurez para aceptar el reconocimiento de las uniones legales entre personas del mismo sexo.
“Sí, aún falta para lograr esos cambios en las leyes, pero, así como nosotras encontramos el camino para el reconocimiento legal y pudimos casarnos, hemos brindado orientación, apoyo y testimonio a quienes están en búsqueda de lo mismo. A algunos les lleva más tiempo y a otros menos, pero mientras no haya un cambio en la legislación, hay que recurrir a los amparos de la justicia federal, como lo hicimos nosotras”, señalan.
Compartiendo responsabilidades y obligaciones como cualquier pareja, conviviendo con familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo que las reconocen como un matrimonio igualitario, Paola y Jessica son un referente entre la comunidad LGBTTTI de la zona y del estado, por haber hecho historia con la aceptación legal de su unión.
Felices con su vida, amables y cordiales con quienes les rodean, ellas dan testimonio de que, cuando se desea y se buscan los caminos adecuados para conseguir su objetivo, pueden lograrlo, como sucedió con su unión. Finalmente, dicen, si la ley tiene espacios que permitan llegar al punto en el que se tenga que luchar para que se reconozca un derecho que se tiene por nacimiento -el de buscar la felicidad, en pareja o no, del mismo sexo o no-, hay que luchar cada quien desde su espacio para conseguirlo.
MATRIMONIO IGUALITARIO
Estados en los que está aceptada la unión legal entre personas del mismo sexo, por modificación legal o porque lo ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
- Ciudad de México
- Campeche
- Chihuahua
- Coahuila
- Colima
- Michoacán
- Morelos
- Nayarit
- Hidalgo
- Baja California Sur
- Oaxaca
- San Luis Potosí
- Quintana Roo
- Chiapas
- Puebla
- Jalisco
- Nuevo León
- Baja California
- Aguascalientes
