Son las 7:00 horas y dos migrantes del campamento de Matamoros piden a personal de Migración que los dejen salir un momento, pasaron una mala noche, ya que un hombre quiso quemar su carpa.
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"El hombre llegó borracho, quien sabe por dónde entró, él no vive aquí, golpeó a su esposa mexicana y dijo que iba a quemar la carpa. Si lo hace corremos el riesgo de que se queme todo", dijo Irma, habitante mexicana de este asentamiento que alberga a 750 personas.
"Estamos contentos y preocupados al mismo tiempo; la gente necesita que algo pase", agregó.
Esteban, proveniente de Honduras, señaló que durante esta madrugada el personal de las agencias continuaba trabajando en la preparación de los laboratorios.
"A las 2:00 horas salí de la carpa, vi que estaban moviendo un toldo, horas después todo estaba listo, lo tenían perfecto", indicó el centroamericano que llegó a Matamoros en julio de 2019.
PREPARAN LA SALIDA
Toldos, vallas y cortinas se han instalado al final del campamento esto en un área conectada al puente internacional, por el que cruzarán los migrantes recibidos por Estados Unidos.
Desde muy temprano se observa en lugar a personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), además de Cruz Roja.
A las 8:00 horas arribó la hermana Norma Pimentel, activista católica muy reconocida por su labor con los migrantes y quién en diciembre de 2019 acompañó a la hoy primera dama Jill Bien al asentamiento.
Aunque el paso de los migrantes hacia Texas se tiene contemplado desde el pasado 19 de febrero, hoy podría ser el día donde se demuestre la verdadera intención de echar abajo el Protocolo de Protección al Migrante (MPP por sus siglas en inglés), aplicado durante el mandato de Donald Trump.