Dueños de “tienditas” y pequeños supermercados son objeto de persecución fiscal por la Secretaría de Finanzas para el pago del impuesto del 4.5% por la venta de alcohol y tabaco, considerado ilegal, porque ya se tributa con la Federación, denunció la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño.
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El director de Canacope, Arturo Carballo Martínez, señaló que el gravamen que ya cuenta con recursos de amparo de tiendas de conveniencia y cerveceras es altamente lesivo para las más de 8 mil pequeños comercios de la zona sur tamaulipeca, que apenas pueden cubrir ese gravamen con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“La imposición de ese cobro solo es recaudatorio porque no incide en una reducción en los consumos de cigarro o cerveza. Sí empeora la complejidad para el pago de impuestos para los dueños de misceláneas y pequeños supermercados que comercializan cigarro o en otros casos cervezas”.
MÁS DE 20 MIL REQUERIMIENTOS MENSUALES
Aseguró que dejando de lado la complejidad económica que viven las empresas micro y pequeñas, la Secretaría de Finanzas mantiene campaña muy intensa de acoso tributaria y a través de llamadas telefónicas exigen el cumplimiento tributario, que tienen un peso considerable, sobre todo, contra los contribuyentes del Régimen de Intermediación Fiscal (RIF).
Incluso, explicó que la Secretaria de Finanzas envía cada mes cerca de 20 mil requerimientos de comprobación de impuestos federales o multas derivadas de supuestos incumplimientos, los que de no acatarse generan nuevas sanciones económicas.
Los pequeños contribuyentes sufren la doble tributación, porque deben pagar impuestos por el mismo concepto al gobierno federal y al estado, obligándolos en muchos casos a contratar servicios profesionales de contaduría para no incurrir en errores y evitar multas u otras sanciones, explicó.
Carballo indicó que la situación monetaria es muy difícil para los negocios, lo que empeora con este acoso al que se agregan otras exigencias requeridas por la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Protección Civil y oficinas gubernamentales como la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas.
TAMBIÉN EL SAT
Criticó que, a pesar de la amenaza de quiebra para miles de empresas, también el Servicio de Administración Tributaria haga lo suyo, intensificando vía electrónica y por medio del buzón tributario los requerimientos, multiplique auditorías, bloquee cuentas bancarias y cancele timbres para facturación.
El estrés financiero empeora para los empresarios sobrevivientes, permanentemente acosados por las autoridades fiscales, sin que haya acciones de fondo para su rescate económico, criticó.