¿En los últimos años has visto un delfín saltando frente a playa Miramar, una nutria en el río Pánuco, los cangrejos atravesando el libramiento poniente o las luciérnagas tintinando sobre el césped? Quizá la mayoría responda que no. Ese es justamente el avance de la extinción o ausencia de diversas especies que antes eran comunes en la zona.
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Es aún más lamentable que muchas de estos especímenes, principalmente marinos, solamente los hayamos visto muertos frente a nuestras costas, como el caso de la tonina de casi media tonelada que apareció muerta ayer en la costa sur de Tamaulipas, sumándose a las tres que han aparecido en el último año.
Aspectos como el cambio climático, la contaminación, variación en las corrientes marinas, la explotación o el paso de los años han llevado a la extinción o migración de algunas especies de la fauna nativa de esta zona del sur de Tamaulipas, mientras que otros grupos que se habían casi extinguido han comenzado a avistar durante esta pandemia después de un respiro que ha tenido la naturaleza.
Philip Norrie Fraser, director de Medio Ambiente y Cambio Climático en Ciudad Madero, indicó que han influido varios factores, como la contaminación, los que han orillado a que varias especies endémicas se hayan acabado.
“Se ha perdido mucho, si estamos hablando de principios de los ochenta, se han visto afectaciones a la fauna, pero también hemos perdido muchas especies de flora que eran anteriormente nativas, los encinos, las guayabas, las guásimas, gran parte de Ciudad Madero era su vegetación natural y ya no existe”, indicó.
Especies marinas que era común verlas en las aguas del Golfo de México quedan muy pocas, “en la escollera norte era algo tan especial ver los delfines brincando en la boca del río, nadando rumbo a Tampico, eso es algo simbólico en Madero”, mencionó el especialista, quien lamentó que para la mayoría sea prácticamente un recuerdo y la suerte que hay que tener para lograr verlos.
Al igual que esta especie también están los lutrinos, “las nutrias que vivían ahí por El Chairel, pasar por ahí era bonito espectáculo ver pescar y ya no hay”.
Para el director de Medio Ambiente y Cambio Climático en Ciudad Madero se está experimentando un cambio de época por parte del ser humano, “estamos viviendo lo que se llama antropoceno, ese periodo donde el hombre y sus actividades antropogénicas están cambiando por otros, lo que ha impactado en nuestro ambiente”.
Situación parecida se vive con los cangrejos que tapizaban las orillas de la Laguna del Chairel o del Carpintero, las luciérnagas o “piniles” que se veían sobre el pasto al atardecer, incluso las jaibas, los langostinos, especies de tortugas que con el paso de las lanchas caían desde los troncos de los árboles, las acamayas o patos y loros.
LA PANDEMIA HA CONTRIBUIDO AL REGRESO DE ALGUNAS ESPECIES
Para el ambientalista Miguel Ángel Verástegui Cavazos, presidente de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente, Ecológico y Normado de Tampico, Altamira y Madero (AMBIENTAM), esta contingencia sanitaria ha servido para darle un respiro a algunas especies que casi se habían extinguido.
Mencionó que el confinamiento social ayudó a que especies como las medusas se volvieran a observar en el Canal de la Cortadura, lo cual no se había dado desde hace muchos años, además de otras especies que retomaron sus espacios.
“Arribazón de las tortugas lora que es una de las nacidas en Tamaulipas, un año antes de la pandemia hubo un incremento al grado de que ya no se va a considerar especie protegida al estar a punto de quedar libre de peligro, porque se han hecho muchos esfuerzos de todas las autoridades federales y estatales, además de las organizaciones de la sociedad civil que aquí lo hacen con un amor hacia la tortuga”, mencionó.
Verástegui detalló que hay especies de insectos que ya han desaparecido, como el alacrán y los dos tipos de luciérnagas.
ESPECIES INVASORES SE HAN EXTENDIDO EN LA ZONA
El representante de AMBIENTAM indicó que actualmente hay especies que no son nativas de la zona y que no les han afectado los cambios climáticos, logrando sobrevivir y expandirse.
“Causa impacto ambiental y desequilibrio en los ecosistemas, número uno es el mapache; dos, el pez diablo es de agua dulce y acabó con 80% de toda la zona lagunaria, retiene los metales pesados en su organismo que lo hacen incomestible; número tres están las palomas, se les considera altamente destructivas, sus heces son ácidas, trae cinco tipos de bichos, que son altamente peligrosos para los niños, y finalmente el cocodrilo que se supo adaptar a esta zona” señaló.
En tanto una especie que no es nativa de la zona, pero ha contribuido en el desarrollo de la fauna es la tilapia, “entró en la zona hace 61 años como especie invasora sustituyendo a la carpa americana como alimento, como un pez fácilmente reproducible, se optó por la tilapia roja, negra y blanca que son las que hay en la zona. Es un alimento para todos, los mapaches, otros peces, la nutria, el cocodrilo”, mencionó.
Por último mencionó que por esta zona del sur de Tamaulipas cruza la fauna migratoria y para este año se corre el riesgo de que no lo hagan debido al intenso frío que se registró en los países del Norte.
“Los patos canadienses, que las lagunas de la zona son sus estaciones de paso, ahí descansan y al día o a los dos días se van, algunos se quedan a vivir. La mariposa verde limón es migratoria como la monarca, pero nadie la reconoce, tenemos registradas las fechas, a finales de marzo se vienen de Canadá y Estados Unidos al Sur buscando calor, no sé cómo vaya a estar este año”, indicó.
CONSERVADORES Y EDUCADORES AMBIENTALES EN LA ZONA
El grupo de Conservadores de la Biodiversidad y Educadores Ambientales (Cobea) ha contribuido en la zona al rescate de especies en peligro de extinción.
Guillermo Ruiz Ramírez, director de este organismo, mencionó que esta dependencia ha contribuido para la conservación de la vida silvestre en la zona.
“Cobea contribuye en la vida silvestre, la conservación de especies en peligro de extinción, mediante proyectos en reproducción, rehabilitación, rescate, recuperación y reintroducción a la vida silvestre”, indicó.
Además a través del Centro de Rescate de la Vida Silvestre, que se localiza en el interior del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar, se trabaja en la educación ambiental con base a la conservación en la protección de las especies en peligro de extinción.
Mencionó que se tiene una gran cantidad de especies en este centro de rescate, donde una vez recuperados o rehabilitados se busca integrarlos a su hábitat natural. “Tenemos más de 140 especies rescatadas del tráfico ilegal, muchos otros encontrados lastimados por la misma ciudadanía que lo lleva y algunos otros que son depósitos voluntarios porque la gente ya no puede cuidarlos y los llevan a Cobea para que nosotros les demos un espacio”, citó.
Philip Norrie Fraser Director de Medio Ambiente y Cambio Climático en Ciudad Madero
Se ha perdido mucho, se han visto afectaciones a la fauna, pero también hemos perdido mucha especia de flora que era anteriormente nativa, los encinos, las guayabas, las guásimas, gran parte de Ciudad Madero era su vegetación natural y ya no existe.