Las limitaciones impuestas a la mujer para María del Carmen Rocha Dávila sólo fueron un reto a vencer y la mejor forma de hacerlo fue creando el primer laboratorio clínico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Madero.
Su hija Virginia Fernández Rocha platicó a EL SOL DE TAMPICO que su madre falleció en mayo del 2023 a la edad de 103 años y se ha convertido en el modelo a seguir de las profesionales de la química, quienes luchan por ser reconocidas por los logros obtenidos.
María del Carmen nació el 28 de diciembre de 1919 en el pueblito Ojo Caliente, San Luis Potosí, desde ese momento, de acuerdo a sus propios relatos, se puso el reto de convertirse en una especialista en medicina, lo que en esa época era muy complicado al ser dominado por los hombres.
Al llegar a la universidad decidió cursar la carrera de Químico Farmacéutico, al concluir la primera etapa “toma sus maletas” y viajó a los Estados Unidos para hacer una Maestría en Bioquímica Clínica en la Universidad de Chicago Illinois.
Ante la negativa de trabajo, crea el Laboratorio Rocha
Regresa a Tampico más o menos en 1952, en ese año funda el Laboratorio Rocha, “porque pidió trabajo en Pemex y no se lo quisieron dar porque era mujer”. Ahí comenzó, hace más de siete décadas, el estudio de compuestos y mezclas, con apoyo de mecheros, agitadores, ampollas de decantación, balones de destilación, cristalizadores, pipetas y tubos de ensayo, con reactivos obtenidos en las instalaciones de manera profesional.
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Monta el primer laboratorio clínico del IMSS
La llaman en noviembre de 1963 para montar el primer laboratorio en el Seguro Social, que en su momento fue el más reconocido tanto en el estado de Tamaulipas, como fuera del país.
Virginia Fernández, hoy propietaria de Laboratorios Rocha, agregó que su madre en un principio era la única mujer en participar en los congresos de Química en Mar del Plata, Argentina y Brasil, donde conoció a destacados investigadores de la química clínica.
Para 1968, fundó la asociación de Bioquímica Clínica, en donde se reunió la mayoría de los químicos que ahora son dueños de otros laboratorios y en 1994 se conformó el Colegio de Químicos Clínicos de Tamaulipas A.C.
Recibe el premio a la mujer del año
En 1996 fue reconocida con el premio de la Mujer del Año, entregado por la Asociación de Universitarias y Profesionales de Tampico, Ciudad Madero y Altamira. “Para quienes nos dedicamos a esta hermosa carrera que es la Química, fue algo muy importante y llenó de orgullo a ella y a toda la familia”, dijo Virginia, quien también recordó que en 1998 le pide a ella que regrese de Monterrey para hacerse cargo del laboratorio.
En el año 2000 se fundó en esta ciudad el Consejo de Certificación de Químicos Clínicos, “donde soy nombrada presidente, pero fue hasta el 2006 cuando se logró la certificación a nivel nacional”.
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El legado de María del Carmen Rocha Dávila sigue presente en su hija, así como en el sector de especialistas químicos que la recuerdan como una mujer emprendedora, pionera y disruptiva en su área de estudio.