Mapaches playeros de Miramar

Antonio Sosa

  · martes 8 de agosto de 2017

Caminando en sus patas traseras o comiendo de la mano de losturistas, con su pelaje anillado y característico antifaz, losmapaches han convertido las escolleras de Playa Miramar en suhábitat, donde los bellos atardeceres y estos animalitos son sinduda la principal atracción.

Suman 210 ejemplares que han prácticamente colonizado elrompeolas, con tres manadas entre las piedras y otra más en laparte de pinos, de donde huyeron ante el crecimiento poblacional yla consecuente deforestación.

Apenas cae la noche y asoman temerosos los ojos que se ven entrelas rocas y tretápodos de la estructura marítima que enmarca elacceso al canal de navegación del Puerto de Tampico, apareciendocomo cada ocaso para deleite de locales y foráneos.

Su presencia ha generado controversia, ante gruposambientalistas que los protegen y otros que los tachan de unaespecie invasora, siendo objeto de intentos de reubicación, perosiguen en lo que hoy es su espacio.

Llegaron alrededor del año 2012, hace ya un lustro, "vienen dela orilla del río y casuarinas taladas, lograron adaptarse a lazona de escolleras, pero otras especies como jabalíes y liebres nocorrieron la misma suerte", dijo Hortensia Ruvalcaba Infante,presidenta del Patronato de Protección y Preservación MapacheMiramar A.C.

AFANOSAPROTECCIÓN 

Hay mapaches en todo el norte de América, principalmente enregiones boscosas cercanas a ríos, son considerados de la familiade los pandas rojos, mostrando un comportamiento similar a losfelinos.

Tienen pelaje gris que con el sol se torna rojizo, con anilladasen cola, una franja en los ojos que pareciera traen antifaz,además de ser diestros en el uso de sus zarpas delanteras que usande forma prensil, de ahí su nombre, ya que en náhuatl mapachsignifica "tiene manos".

En el 2013, ante el aumento de la presencia de la especie, secreó el Patronato, dadas las acciones realizadas para reubicar yretirar a estos mamíferos de la zona turística.

"Lo manejaron como especie invasora, quise desengañarme y vimosque las cosas no estaban bien hechas, por eso intervenimos", dijola entrevistada.

Explicó que en el 2013, durante el Gobierno de JaimeTurrubiates Solís, se intentó retirarlos, "pero no contaban conlos permisos, por lo que lo evitamos".

De los 300 que había se lograron salvar 25, algunos losllevaron a Villa de Casas, "pero aparecieron atropellados encarreteras, ya que es una especie territorial y como allá haymapaches fueron rechazados por la manada dominante".

Tres meses después de la extracción los mapaches regresaron aMiramar, se reagruparon y reclamaron de nuevo el espacio, por loque para el año 2014 ya eran 140.

Se establece el programa de alimentación y vigilancia "pero seordena una matanza que acaba con 105 animalitos, por lo que através de la página change.org comenzamos a solicitar firmas,juntamos 10 mil dirigidas a Profepa -Procuraduría Federal deProtección al Ambiente- obligando a que acudieran yconstataran".

Los mapaches presentaban mutilaciones, cortes y desprendimientosde piel llegando el caso a la Presidencia de la República y alCongreso de la Unión.

En el año 2015 el diputado César Flores Sosa presentó elpunto de acuerdo para cuidar a la especie en escolleras, el cualfue aprobado el 13 de enero del 2016.

Son protegidos por la Ley de Vida Silvestre, con una sanción de9 años de prisión o multa de hasta 50 mil salarios mínimos aquien ataque o dañe.

Con los 45 que quedaron arrancaron de nuevo la labor deprotección, alcanzando en este 2017 los aproximadamente 210ejemplares distribuidos en 1.2 kilómetros de las escolleras.

GALLETAS, CROQUETAS YTORTILLAS. 

Contrario a lo que se piensa los mapaches no se alimentan sólode garnachas y fritangas que les dan los paseantes, sino que elmismo Patronato invierte un promedio de 10 mil pesos mensuales parasu manutención y cuidados.

El sonido de la moto de carga guiada por José Treviño Lópezse aproxima por el bulevar Costero, pareciera que los animalitos loconocen, porque poco a poco se van mostrando.

El voluntario desde hace tres años incluso los identifica enbase a sus características, sabe cuál es más dócil, al que legusta juguetear y aquellos huraños que mejor tratarlos a ladistancia.

Lleva más de 250 kilogramos bebida y comida; agua dulce, ya queaunque están rodeados del río Pánuco y el Golfo de México, todaes agua salada, así como la mezcla de galletas ovaladas oanimalitos, tortilla, croquetas para perro y en ocasiones sobrantesde gorditas que dona un restaurante.

Son nueve puntos de alimentación a lo largo de la escollera, enun trayecto que dura por lo menos tres horas.

Los mapaches se aproximan a los bebederos para remojar lagalleta o tortilla que toman con sus zarpas, "reblandecen elalimento porque no producen mucha saliva, de ahí el apodo de ositolavador".

La recomendación a quienes los quieran alimentar es que tomenla comida con la punta de los dedos, la coloquen hacia abajo ydejen que ellos mismos la tomen.

"No deben tocarlos, no son animales domésticos, son silvestres,más no agresivos", enfatizó José, quien pese a su contactodiario nunca ha sido atacado.

Los cuidadores no consideran que las frituras que dan lospaseantes sean de riesgo para su salud, "ya que sólo algunos lacomen, la mayoría se llena con lo que les damos".

Tienen un comportamiento muy peculiar, ya que sólo salen entrelas 7 de la tarde y las 7 de la mañana, los lunes un poco mástarde debido a que los fines de semana hay más gente en lasescolleras que pareciera termina cansándolos.

En casa de Hortensia Ruvalcaba y otras colaboradoras hay cincocrías de mapaches en resguardo, debido a que han sido rescatadosde diversos sitios, siendo alimentados con papillas hechas a basede manzana, plátano y miel.

El Patronato descarta que tenga registros de ataques, comprobadorabia, presencia de algún virus o agente dañino que seanportadores.

Los cuidados de los mapachitos es difundida en la página deFacebook "No a la Cacería de Mapaches en Madero - Miramar", quehasta esta semana supera los 23 mil 400 seguidores.

Es por medio de esa herramienta y de aportaciones que lospaseantes dan en los recorridos que se paga parte del alimento,aunque la gran mayoría es solventada por el Patronato.

ESTERILIZACIÓN COMO MÉTODO DE CONTROLDE LA ESPECIE. 

Como una herramienta para control de la especie el Patronato hapropuesto la esterilización del 70% de los machos y hembras, paralo que se requeriría un promedio de 73 mil 500 pesos.

La iniciativa es bien vista por la autoridad local a través deldepartamento de Municipio Saludable, pero aseguran debe estarautorizada por el Gobierno Federal para poder aplicarse.

El director del área, Fabián Hernández Rivero, dijo que "esees un tema federal, tendríamos que recibir apoyo de la Profepa,aquí lo único que el municipio apoyaría es con médicosveterinarios para hacer las esterilizaciones".

De los aproximadamente 210 mapaches qué hay en la zona deplaya, por lo menos 140 deberían ser intervenidos, en un procesoque se busca realizar en la misma zona de escollera con una unidadmóvil.

"Nacieron tres crías últimamente, por lo tanto con estemétodo detendríamos la proliferación", dijo el funcionario, peroinsistió que deben recibir el aval de la Federación por ser unaespecie protegida y estar en zona de su jurisdicción.

Tienen una fase de apareamiento anual, en el mes de abril, paraparir entre agosto y septiembre un promedio de dos a seis crías,con una edad promedio de 10 años, y en las manadas de playapredominan las hembras.

SU HOGAR LASESCOLLERAS.  

Los mapaches que se encuentran en las escolleras nacieron ahí,por lo tanto lo consideran su hábitat, generando una afectaciónen caso de ser retirados.

Son constantemente amenazados por lo costoso de su piel oincluso la posibilidad de vender la carne, pero afortunadamente enMiramar se cuenta con el resguardo de la Gendarmería Ambiental yTránsito Turístico.

En las manadas hay algunos que se identifican por nombres, como"Fresita" una mapachita ciega que fue rescatada de estar amarradaen la colonia Petrolera; "Kitty", que es ciega y sirve como mamásustituta para las crías resguardadas; "Colamocha", que le faltamás de la mitad de la cola; Miguelito y Michelita, que sufrieronmutilaciones y ahora han desaparecido.

"Los enanos", como los llama Hortensia, son factor fundamentalpara que en las escolleras no haya serpientes, además de serlimpiadores de desperdicios diversos; pero también el terror delos pescadores al robarles constantemente la carnada e incluso lospeces capturados.

Son la sensación de los turistas, algunos que viajanexpresamente a la costa maderense para conocerlos, como María deJesús Lechuca y Consuelo Valdez, quienes llegaron de la CDMX paraverlos en vivo.

"Son hermosos y muy nobles, allá en México no podemos veresto", dijo emocionada la paseante.

Son los mapaches ya parte de nuestra zona, especie víctima dela devastación humana de su hábitat, por lo que encontraronrefugio en las escolleras de Playa Miramar, que ahora recorrenlibres y admirados por los turistas, justo donde el Pánucodescarga al Golfo de México.

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Posted by El Sol de Tampicoon martes, 8 de agosto de 2017

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