Carmen es una mujer que vende dulces en la avenida Hidalgo de Tampico para comprar los útiles escolares de sus hijas. La joven mujer le ha hecho frente al sol y al peligro puesto que su objetivo es que sus hijas nunca dejen de estudiar.
“Tengo un año cinco meses trabajando y ahorita vuelvo a pedir la ayuda de ellos -de los automovilistas- yo no quiero que mis hijas dejen de estudiar, ni tampoco las traigo a trabajar porque es mi responsabilidad, yo las dejó con mi mamá”, dijo María del Carmen Sánchez Tirado, que trabaja en el crucero que se forma entre la Avenida Hidalgo y Marqués de Guadalupe, frente a Walmart.
La mamá de 38 años de edad ha colocado un letrero en su caja de dulces para que los conductores sepan que trabaja para la compra de los útiles escolares.
“En la inscripción del kínder me están cobrando 600 y cambiaron uniformes, entonces tengo que comprar un nuevo uniforme y la lista de útiles también es un poquito extensa”, apuntó.
Una verdadera mamá luchona: ella es el sostén de su familia
Vestida con manga larga, un sombrero y hasta un calcetín que rompió para proteger las manos del sol, relató a EL SOL DE TAMPICO que lleva casi año y medio trabajando en ese punto, donde diversifica su tarea entre la venta de dulces y la limpia de parabrisas.
“La vida tiene tantas vueltas, yo he tenido buenos trabajos, desgraciadamente es por el Covid-19, cerraron donde yo trabajaba, trabajaba para Super City”, explicó.
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“Gracias a Dios tenía un buen trabajo, pero a causa de que mi papá falleció y todo eso, yo me quedé en ceros, en bancarrota y aquí terminé trabajando en la calle”, añadió.
Pese al duro giro que dio su vida, María del Carmen buscar el bienestar de sus hijas Carla y Alejandra de 15 y cinco años.
“Gracias a Dios están bien, contentas, lo que yo haga para ellas está bien, tengo hijas que valoran lo que hago gracias a Dios”, destacó con orgullo.
Exhorta a los jóvenes a concluir sus estudios
Cada que María del Carmen habla de su fallecido papá sus ojos se anegan, dice estar orgullosa de él y agradecida porque la ayudó estudiar hasta la preparatoria.
“Eso me ha servido, ahora para limpiar los vidrios o limpiar los baños se necesita la prepa y esto no es vida. En la calle hay muchas cosas feas, te roban, hay drogadicción; en poco tiempo he aprendido”, apuntó María del Carmen quien apunta que nunca ha recibido agresiones.
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Aunque en 15 minutos de conversación donde al menos el semáforo marcó 15 altos, ningún automovilista que hizo alto en este punto se animaba a bajar su vidrio a comprarle, ella no se desanimó; necesita al menos cinco palanquetas para obtener 200 pesos y regresar con dinero a casa.
“Invito a mucha gente a que estudie, a que le echen muchas ganas porque la calle no es algo de lo que uno se sienta orgulloso. Hay gente muy buena, que nos ayuda, pero hay que saber trabajar y ganárselo con mucho esmero y la juventud de hoy en día no quiere estudiar”, recalcó.
¿Quieres ayudar a María del Carmen? Te decimos cómo en este regreso a clases
Para este regreso a clases, María del Carmen requiere de poco más de dos mil pesos para cubrir las cuotas escolares del kínder y del Cetis, además de los útiles y los uniformes.
“Empecé vendiendo dulces, después me avente a limpiar vidrios, gracias a Dios con respeto le pregunto a la gente si me dan permiso de limpiarlos, ellos podrán ver que lo que estoy diciendo es real, todo con respeto”, declaró.
Ella no tiene un teléfono inteligente, por lo que si alguien desea ayudarla puede llamar al número celular 833 844 06 46 o encontrarla en este cruce de 12:00 a 19:00 horas.
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La mamá que vende dulces para comprar los útiles de sus hijas en Tampico reconoce que hay días tristes donde se deprime, pero es cuando piensa que sus niñas no comen depresión: así que se levanta, se delinea sus ojos y colorea sus labios en color rosa, toma su caja de dulces y en el acto de amor más puro que existe, se va a trabajar.