“Estalló la huelga de los traviarios”, tituló a 8 columnas El Sol de Tampico, aquel 14 de diciembre de 1974, pocos advirtieron que con esa noticia se iniciaba el fin de una época de la ciudad, pues los trenes urbanos habían sido parte del paisaje del puerto por lo menos durante 60 años.
Los tranvías de Tampico iniciaron como una necesidad de movilidad al comenzar un crecimiento poblacional sin precedentes en la zona, derivado de la instalación de refinerías por el auge del petróleo, la explosión demográfica fue en esos años de alrededor del 280% por año.
El servicio empezó con carros colectivos tirados por caballos y se hicieron los primeros trazos para sus recorridos, a principios del siglo pasado, en lo que era el primer cuadro de la ciudad, como ya se hacía en otras regiones y que se intentó en Tampico por primera vez en 1879, cuando el español Benito Zorrilla abre una vía para tranvías, pero quiebra la empresa.
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El permiso para reconstruir la línea de Zorrilla lo adquiere Rafael Zúñiga en 1875; sin embargo, una muerte inesperada, dejó el proyecto a Enrique Bretón Camargo quien, en 1900, formó el Ferrocarril Urbano de Tampico, abriendo un nuevo sistema el primero de enero de 1901; para 1906 registraba 7.7 Km, que era el manejado por mulas o caballos.
Adiós a la tracción animal
Alrededor de 1914 es cuando los carros de tracción animal son sustituidos más adelante por los de máquina eléctrica, quienes estuvieron a cargo de la Compañía inglesa CELFT (Compañía Eléctrica de Luz, Fuerza).
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Las rutas se expandieron entre 1914 y 1922, llegando a colonias como Estadio, Cementerio, Águila y Hospital, Colonias y Miramar. La línea Estadio que partía frente al Edificio de la Luz -hoy edificio de Hacienda- y corría hacia el oriente, regresando por la misma vía después de hacer cambio de control.
La ruta Unión bajaba de la plaza de la Libertad por la calle Aduana hasta llegar a la Tamaulipas, daba vuelta al poniente hasta Amargura; y la que iba a la playa, daba la vuelta al centro por Benito Juárez, hasta Héroes del Cañonero, luego General San Martín y directo a la la costa.
El fin de la era de los tranvías
Aquel 14 de diciembre de hace 49 años se leyó en El Sol de Tampico: “al fracasar las pláticas que se celebraban en la Ciudad de México, el sindicato de Obreros y empleados de los Transportes Eléctricos Tampico-Miramar, hicieron estallar la huelga a las 17:00 horas”, era el principio del fin de la época de los tranvías.
Un día antes, el 13 de diciembre de 1974, el último tranvía realizó el recorrido final desde el centro de Tampico a la playa y de regreso. Así, con la huelga de un sindicato a la cooperativa que manejaba los tranvías, para exigirle un aumento en los sueldo y a la tarifa, fue como terminó este transporte que daba a Tampico un encanto especial.