Un alto porcentaje de los sistemas de humedales existentes en la zona sur del estado tienen daño que, de continuar incrementando, podría ser irreversible, afectando la flora y fauna; ante ello urge reforzar los programas preventivos y de acción para su recuperación en el mediano plazo.
Este 2 de Febrero se celebra a nivel internacional el Día de los Humedales y en la zona tienen presencia en el sistema lagunario del Tamesí, Laguna del Carpintero, Marismas en Altamira, así como las lagunas de Pueblo Viejo, Chila, Chijol, Tamiahua y La Marland en los estados de Veracruz y San Luis Potosí que se integran a la cuenca del río Pánuco.
RECONOCIMIENTO TARDÍO
La agrupación Ciudadanos Conscientes en Acción por México, A.C. emite sus conclusiones sobre la destrucción de la naturaleza en la zona sur de Tamaulipas, indicando que los daños que le hemos hecho a la naturaleza han sido muy importantes, provocando una aceleración de la extinción de especies.
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“Se perdieron muchos años sin hacer nada, tardamos 35 años en reconocer la existencia del cambio climático y otros 36 años más sin acciones conjuntas internacionales. A la fecha, las naciones apenas se están poniendo de acuerdo sobre este importante asunto”, señala Roque Montiel.
PARA QUÉ SIRVE UN HUMEDAL
De acuerdo con la página del Gobierno de México, los humedales representan ecosistemas estratégicos y de gran importancia para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades humanas.
Algunos de entre los muchos de sus beneficios son la regulación y protección de inundaciones, tormentas y huracanes; el almacenamiento de agua y la recarga de mantos acuíferos; el mejoramiento de la calidad del agua; la estabilización de suelos y prevención de deslaves; así como la regulación del clima y el almacenamiento de carbono.
Se explica que los humedales son importantes zonas de transición entre sistemas acuáticos y terrestres que están temporal o permanentemente inundados.
También hace referencia a la Convención sobre los Humedales conocida como Convención Ramsar (por haberse celebrado en la ciudad iraní de Ramsar en 1971), considera humedales a los pantanos, marismas, lagos, ríos, turberas, oasis, estuarios y deltas, también considera sitios artificiales como embalses y salinas y zonas marinas próximas a las costas cuya profundidad no exceda los seis metros, los cuales pueden incluir manglares, ciénegas y arrecifes de coral.
ADVIERTE SOBRE SU RECUPERACIÓN
Por estos motivos, es necesario llevar a cabo acciones que aseguren el mantenimiento de sus características ecológicas. La relevancia de dichas zonas se refleja en la Política Nacional de Humedales de México.
Esta reconoce que “los bienes y servicios que proveen los Humedales son vitales para el bienestar de la sociedad y la conservación de la diversidad biológica y que su aprovechamiento requiere de un esquema de responsabilidad y equidad para promover el bienestar de la población y garantizar que los valores, bienes y servicios ambientales que proporcionan los humedales perduren en el largo plazo”.
IMPACTOS AMBIENTALES
De acuerdo con el ambientalista Roque Montiel, los impactos ambientales de las granjas de camarón instaladas en el río Tigre son visibles, explicando que es una actividad poco sustentable que ocasiona importantes efectos ambientales al no tomarse en cuenta los aspectos ecológicos involucrados en su crecimiento y expansión, ya que solo se ha considerado el aspecto económico.
“No ha sido manejada por expertos en investigación científica y desarrollo tecnológico. Los agentes patógenos que afectan la acuicultura son principalmente virus y bacterias y cada vez aparecen nuevos agentes causantes de nuevas enfermedades. Las causas principales para la aparición de enfermedades están relacionadas con las malas prácticas de manejo, movilidad de animales vivos e infectados hacia áreas libres de patógenos y la introducción de especies exóticas”, señala.
De acuerdo con ello, los impactos principalmente señalados son: afectación del sistema inmunológico de las poblaciones de Morón, Las Flores y El Barranco, donde han ocurrido muertes y enfermedades exageradas de estas poblaciones.
De igual manera la destrucción de las fuentes de trabajo para estas comunidades pesqueras, al perderse los ostiones y las numerosas especies de peces, moluscos, crustáceos dentro de este humedal, y la afectación del mar al destruirse este vivero y la contaminación que se descargan al océano, entre otras.