Mucho tiempo antes del auge del internet, sin redes sociales ni podcasts, uno de los principales medios para hablar libremente sobre el rock y otros estilos más pesados fueron los fanzines, revistas independientes hechas de manera artesanal y que elaboraban los rockeros, en tiempos en los que al género se le seguía percibiendo como contestatario.

En las páginas de los fanzines, el ruido y la rebeldía se compaginaban con los diseños editoriales poco convencionales, ediciones lanzadas en fotocopias, así como artículos, crónicas, y reseñas en las que se difundían las actividades de las bandas que no eran pertenecientes a ciudades como Monterrey o Ciudad de México.

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“El fanzine, vehículo de expresión de los marginados”

De acuerdo a la antropóloga Aída Analco Martínez, los fanzines -unión de las palabras “fan” y “magazine”- nacieron no en el ámbito del rock, sino en el de otros marginados: los lectores de ciencia ficción. El más conocido fue The Comet, lanzado en 1926, en el que llegó a escribir Isaac Asimov.

Para 1960 con el movimiento contracultural, los punks encontraron en los fanzines un lugar para resistir la persecución social. Tan fuerte fue la oleada rebelde, que se dejó sentir en la década de los ochenta en nuestro país.

“El fanzine en nuestro país ha sido, desde sus inicios, un vehículo de expresión entre grupos de jóvenes socialmente marginados y se ha constituido como un medio de comunicación alternativo, por lo que los temas tratados en un fanzine son muy diversos”, afirma Analco Martínez en su artículo “Fanzines, el papel de la rebeldía”.

Las noticias del imperio (y del rock tampiqueño)

A mediados de la década de los 90, en Tampico se registró un importante movimiento de bandas de rock que llegaron a despuntar en escenarios nacionales. Y los fanzines estuvieron ahí para registrar este momento: “Contracorriente”, de Evaristo Aguilar, “Noticias del Imperio”, de Ricardo Ramírez; “Metal Combat”, de David Fernández, entre otros.

“Me gustaba la idea de que en una revista quedara testimonio de lo que estaba pasando en el medio local. Yo ni sabía cómo redactar bien, ni sabía cuestiones editoriales, pero tenía ganas y empuje y cuando tienes eso quién te detiene”, indica Ricardo Ramírez Romero.

Así nació “Noticias del Imperio”, un fanzine activo entre los años de 1994 y 1995 en los que se reseñaron eventos como conciertos de los Rolling Stones, de Santana, de El Tri, pero especialmente dieron cobertura a bandas tampiqueñas como Aquelarre y Los de Abajo de Madero, o al concurso GloboRock, semillero de muchas agrupaciones.

El fanzine se distribuía entre las tocadas que se hacían en lugares como Metal Garage, de la colonia Árbol Grande, o en “Rock and Roll”, la tienda de discos de Toño Díaz, y aunque solo se editaron cinco números del fanzine que toma su nombre de la novela del escritor Fernando del Paso, Ricardo afirma que no se trató de un asunto de sustentabilidad.

“Debo ser honesto, en su momento la revista llamó poco la atención y su resonancia fue mínima, pero al menos me di el gusto. Creo que a las publicaciones independientes lo que más les afecta es el desinterés del público, los rockeros estamos distanciados de la lectura. Eso pasaba en el 94, no creo que hayan cambiado mucho las cosas ahora”.

¿Se publican fanzines en Tampico actualmente?

Con escasos -por no decir nulos- foros para el rock y el metal en la zona sur, y con el público enfocado en otros géneros musicales, con todo eso en contra, Itito Barreda decidió lanzar en 2021 el fanzine Fuerzas Subterráneas.

“Fuerzas Subterráneas, para mí, somos todas aquellas personas marginales, no necesariamente roqueras, que nadie quiere, que pueden ser de cualquier movimiento: de diversidad sexual, obrero, feminista, pero especialmente del movimiento del metal, aunque no nos encerramos a estilos musicales”, dijo.

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Para Itito Barrera los fanzines contribuyeron fuertemente a impulsar el movimiento del rock en Tampico. “Sirvieron bastante para que la gente de otros estados conociera a las bandas, y abrieron camino a muchas agrupaciones; eran el único medio para saber que tal banda había sacado un disco, o se iba a presentar en tal lado; los fanzines eran nuestro Google”.

Barrera ha logrado lanzar cinco números de Fuerzas Subterráneas, y la idea es que la publicación permanezca, ya que ve al fanzine como su aportación para que otras generaciones se acerquen al rock. “Si de por sí era poco el público, ahora que han cerrado muchos lugares es más complicado; el objetivo es captar nuevo público, acercarlo a la música juvenil por excelencia que es el rock, la rebeldía hecha canción; queremos que la escena siga creciendo de manera positiva”, dijo.