La agresión nazi que sufrieron en mayo de 1942, hace 80 años, trabajadores y marinos del sur de Tamaulipas (Tampico y Madero), precipitó la entrada de México en la Segunda Guerra Mundial. Habían salido el 9 de mayo de la Terminal de Árbol Grande, en el buque-tanque “Potrero del Llano”, que llevaba un cargamento de diésel al puerto de Nueva York.
EL HUNDIMIENTO CIMBRÓ A LA ZONA
Al cuarto día de navegación, el 13 de mayo, cuando atravesaba el estrecho de La Florida, el barco empezó a ser seguido por un submarino U-Bot, de nacionalidad alemán, el U-564, el cual aprovechando la noche le lanzó varios torpedos, aproximadamente a las 11:55 de las noche, partiendo en dos al buque petrolero.
La noticia dada a conocer el 14 de mayo retumbó en la zona, pues se informaba en primera instancia que todos los tripulantes habían muerto en el ataque alemán, por lo que varias familias llegaron hasta la Terminal Marítima de Madero, para preguntar por la situación de los trabajadores.
Se sabrá después que fueron 14 los trabajadores muertos, de los 35 tripulantes, varios de ellos de otras partes de la república, que se habían contratado en el "Potrero del Llano", buque de bandera italiana, que había llegado en 1940 a Tampico, con el nombre de “Lucifero” (Lucifer) y fue incautado por el gobierno, al violar las leyes de neutralidad del país.
LA RESPUESTA NAZI, OTRO ATAQUE A UN BARCO DE TAMPICO
Los reclamos de México ante los nazis, tuvo como respuesta el hundimiento de otro barco, que había sido incautado a Italia, el “Faja de Oro”, el 20 de mayo, también frente a La Florida, cuando regresaba al puerto de Tampico, después de haber descargado combustible en Marcus Hook, Delaware, Estados Unidos, en el cual hubo 10 muertos, de los 37 tripulantes.
Con este segundo hundimiento, México le declara la guerra a los países del Eje Roma-Berlín-Tokio, entrando de lleno al conflicto armado, incluso con una fuerza área: el Escuadrón 201, que combatió en el frente del pacífico, lo que trajo como consecuencia diversas situaciones de riesgo para la zona.
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Tampico se convirtió entonces en un posible blanco para los nazi, “la ciudad era un puerto petrolero sumamente estratégico, de aquí salían los barcos mexicanos y el petróleo era el principal elemento para la aviación, los tanques y todas las unidades, se puede decir que el petróleo mexicano fue lo que desbalanceó el equilibrio militar entre Alemania y Estados Unidos”.
MÉXICO QUEDÓ DEL LADO DE LOS VENCEDORES
Señala David Granados Ramírez, integrante del organismo Rescate Histórico de México, que de 1942 a 1945 se realizaron diversas estrategias en la zona, como apagar a las 8 de la noche todas las luces en Tampico y Madero para evitar ser localizados por bombarderos enemigos.
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Además la población extranjera comenzó a ser vista con recelo, debido a que se rumoraban muchas historias de espías de ambos bandos, además se colocaron enormes cañones, traídos de Estados Unidos, en la playa; pues se cuenta que fue avistado un submarino alemán frente a la costa de Ciudad Madero.
A 80 años, estas historias de los hombres caídos del sur de Tamaulipas nos permiten traer a la memoria el gran valor con el que actúo México en aquel tiempo, dice el historiador, “y sentirnos orgullosos de ser mexicanos, de ser de Tampico y de Ciudad Madero, de saber que en la Segunda Guerra Mundial fuimos atacados, respondimos y dejamos en alto el honor nacional, quedando en el lado de los vencedores, con un prestigio tal que a partir de allí se tuvo un momento histórico importante en el país”.