Los “juanchos” no solo están protegidos por Semarnat, en la biblia es posible encontrar una restricción a comer la carne de cocodrilos y lagartos, además de todo un listado de animales que no son aptos, según el Antiguo Testamento, para el consumo de los hombres.
Es en el libro del Levítico, donde se señalan las instrucciones detalladas respecto a cómo llevar el cuto religioso a través de sacrificios y prácticas, en el que se separa a los animales en dos grandes grupos: los puros y los impuros.
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“Yo soy el Señor su Dios, que los ha distinguido de los demás pueblos. Por lo tanto, también ustedes deben hacer distinción entre animales puros e impuros, y entre aves puras e impuras.
No se hagan despreciables por causa de los animales, aves y reptiles que he señalado como animales impuros”, se afirma en un pasaje del Levítico. De acuerdo a lo que se indica en el libro, la clasificación quedaría así:
Animales impuros, según la biblia
- Cerdos
- Perros
- Gatos
- Caballos
- Leones
- Ratas
- Delfines
- Crustáceos
- Y toda clase de reptiles como salamanquesas, camaleones, lagartijas, lagartos y cocodrilos
Animales puros (y por ende, aptos para su consumo)
- Pollos
- Pavos
- Patos
- Cabras
- Borregos
- Venados
- Grillos y saltamontes
- Y una gran diversidad de peces
¿Por qué Dios hizo esta distinción entre animales? De acuerdo al sitio especializado United Church of God, con esta disposición Dios no busca imponer una ley en los hombres, sino que su finalidad es que aquellos que lo obedezcan tengan una vida de bien.
¿Dios 'hizo prohibiciones' por salubridad? Esta sería la explicación
Sin embargo, afirman, es posible encontrar una razón para esta división y tendría que ver con argumentos de salubridad.
En la clasificación de los animales que no deben comerse, Dios prohíbe el consumo de seres carroñeros, es decir, que devoran a otros animales para alimentarse.
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De manera que animales como los cerdos, los osos, los buitres y las aves de rapiña pueden sobrevivir de carne en descomposición. Mientras que las langostas y los cangrejos, buscan animales muertos en el suelo marino.
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“Un denominador común de muchos de los animales que Dios designa como inmundos es que habitualmente comen carne que podría enfermar o matar a los seres humanos.
Cuando comemos esos animales, participamos en una cadena alimentaria que incluye cosas perjudiciales para las personas”, indican. Así que esa sería la explicación de por qué hay una lista de seres vivos que no deberíamos comer, según la biblia... y sí, entre ellos figuran los cocodrilos.