El tsunami Covid-19 que arrasó el mundo con muertes y colapso económico, catapultó otras formas de hacer negocio para cubrir las necesidades básicas de las familias que terminaron sin ingresos por la inmovilidad social y productiva, surgiendo miles de mujeres que salieron a hacer frente a esa exigencia con la venta de productos mediante las redes sociales. Ellas son las “nenis”.
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Emprendedoras que utilizan plataformas tecnológicas como Facebook, Instagram, Twitter y Whatsapp para promocionar y comercializar ropa americana, bolsas, zapatos, perfumes, productos de belleza, salud, artesanías y otros muchos artículos, han sustituido en gran parte a las ventas por catálogo que en otras macrocrisis económica, como la de 1994, ayudó a detener estallidos sociales acicateados por el desempleo y la pobreza.
ECONOMÍA DE SOBREVIVENCIA
“Las 'nenis' surgieron al entrar en pánico las familias por el confinamiento social y la paralización económica ordenados por la emergencia mayor de salud para detener los contagios de virus SARS CoV-2, lo que obligó a amas de casa, desempleadas, artesanas, profesionistas y comerciantes a autoemplearse y buscar la forma de llevar dinero a casa”, relata Grecelia Méndez Rojas, propietaria de la tienda de ropa “Amazona”.
Su negocio en línea nació con la pandemia, pues una vez que fueron prohibidas las actividades no esenciales se suspendió la venta de ropa en tianguis, lo que la llenó de pavor y como muchas otras supo que tenía que reaccionar y decidió abrir la página de Facebook G&G, desde donde hace transmisiones en vivo para colocar las prendas de vestir que comercializa.
“El papel de la mujer es mantenerse fuerte, decir sí podemos y echar para adelante y fue lo que hicimos muchas vendiendo en redes sociales y atender las necesidades de otras personas con precios más bajos que el mercado tradicional”, dijo. Como ella se cuentan por cientos o miles de emprendedoras que emergieron en esta crisis sanitaria, las cuales a su vez coadyuvaron a crear una red de empleo, pues por cada una es probable que haya tres empleos adicionales, como ocurre en el reparto de pedidos que animó incluso a integrar flotillas de motocicletas para hacer las entregas en puntos clave como el Centro de Convenciones Tampico, zona norte, plazas principales, estacionamientos de tiendas de autoservicio o hasta la casa.
Estima difícil cuantificar la cifra de “nenis”, llamadas así por los términos usuales de “qué se te ofrece nena -chula o hermosa-, porque ya voy a cerrar pedido”, las que ofertan toda clase de mercancías a través de páginas de bazares o marketplace.
Sin embargo sí sabe que son más de 500 en esta metrópoli, las que transmiten en vivo y que en su caso le ha dado resultado, pues gusta de atraer a la gente ofreciendo regalos, descuentos, premios y asegura que a veces alcanza hasta 150 “views” que le permiten 30 ventas, lo que es muy bueno.
Grecelia pertenece a una familia de comerciantes, egresó de la licenciatura de Mercadotecnia y Sistemas y expresa no le ha ido mal en este último año, pues con el comercio por internet y su local de la calle Olmos da empleo a cinco personas.
Considera que de ninguna manera sustituirán el comercio tradicional, pues una vez regresada la normalidad éste retomará su importancia, pero la crisis de salud ha hecho surgir a esta tribu urbana que coadyuva a impulsar la economía familiar.
EMPRENDIMIENTO INFORMAL
Martha Llanes López, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE), dice que gracias a la pandemia ese tipo de emprendedoras se multiplicaron a través del Internet, lo que obligó al organismo a mirarlas y desplegar propuestas y herramientas de información y capacitación para que se incorporen a la formalidad y sigan creciendo. Advierte que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya dispone de esquemas para detectar a quienes participan en el comercio electrónico y la intención es que las mujeres conozcan las ventajas de abandonar la economía subterránea, evitar conflictos con la autoridad y desarrollen plenamente su potencial. Hay estimaciones que indican que más de 6 millones de hogares de mujeres tienen ingreso gracias al autoempleo, pues por la crisis por Covid-19 alrededor de once millones quedaron sin empleo y de esa cifra más del 50% son mujeres, las que se incorporaron a las ventas para atender las necesidades de sus hijos y dependientes económicos.
Estimó que junto a ellas florecieron otros rubros como la entrega de paqueterías, convertirse en generadoras indirectas de empleo.
Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México anticipan que las "nenis" arrojan ventas al día por aproximadamente nueve millones 500 mil pesos.