El Covid-19 es una enfermedad con un período de desarrollo que va de los 14 a los 21 días, sin embargo puede llegar a causar efectos a largo plazo en la salud que pueden ser irreparables.
Esta enfermedad que ha puesto al mundo en caos, es considerada multiorgánica al tener la capacidad de dañar tejidos y órganos que comprometen la vida de quien se contagia, siendo sintomático o asintomático.
Y aunque este año y medio que se tiene con presencia de Covid-19 es científicamente limitado para confirmar asociaciones patológicas entre sus sobrevivientes, los primeros estudios avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), confirman afectaciones en los órganos vitales que pueden llevar a enfermedades altamente mortales.
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LAS ENFERMEDADES DESPUÉS DEL COVID
Estudios e investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han establecido enfermedades que afectan a pacientes recuperados de Covid-19
Se mencionan problemas cardiacos como insuficiencia, arritmias y miocarditis que se relacionan a la respuesta inflamatoria sistemática por la infección o a los medicamentos empleados.
El IMSS estimó que 20% de los pacientes que llegan a tener coronavirus pueden agravarse y tener complicaciones cardiovasculares directas.
En tanto la UNAM señala que recuperados con afectación en la frecuencia cardiaca podrían requerir marcapasos y que la miocarditis podría derivar en un infarto.
Respecto a problemas pulmonares se derivan por daño irreversible al tejido pulmonar, por lo que científicos de la UNAM han señalado asociaciones a desarrollar fibrosis pulmonar y disnea a consecuencia de la inflamación que provoca de manera generalizada en el organismo.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad que no tiene cura y se ha llegado a presentar en jóvenes que logran vencer el Covid-19 tras estar periodos largos conectados a un ventilador.
Por ello el IPN ha señalado la importancia de la terapia pulmonar de la mano con broncodilatadores y técnicas de rehabilitación en aquellos con neumonía atípica, lo que permitirá preservar la mayor cantidad del tejido pulmonar que no está dañado.
En el cerebro la OMS ha confirmado que el coronavirus puede provocar daño y afecta el sistema nervioso, asociándolo a enfermedades como Síndrome de Guillain-Barré que puede causar parálisis, embolia pulmonar y derrame cerebral.
El IMSS ha señalado que de 6 al 36% de los pacientes recuperados de coronavirus en el país pueden desarrollar secuelas neurológicas, entre estas el Síndrome Guillain, inclusive en su variante Miller Fisher que es más rara en el mundo.
Por la inmovilidad que enfrentan los pacientes en su internamiento hospitalario pueden padecer tromboembolismo venoso y arterial, es una afección grave causada por coágulos en la sangre en una de las venas profundas en la parte inferior de las piernas, muslos o pelvis y brazos, que lleva a la discapacidad o a la muerte.
Se asocia además el síndrome de fatiga crónica, cefalea crónica, afectaciones en la piel, osteocondritis o perforación intestinal.
AFECTACIONES GRAVES EN 1 DE CADA MIL POSITIVOS
El presidente del Colegio de Médicos en Tamaulipas, Rosendo Sánchez Medina, señaló que estas afectaciones graves ocurren en 1 de cada mil positivos, recordando que 50% de los casos son asintomáticos y una tercera parte sintomáticos.
El entrevistado refirió que la tos crónica, dolor muscular, palpitaciones, daño psicológico y fatiga son las más comunes, aunque las de menor preocupación al ser consideradas como “leves”, ya que en un período de meses se pueden ir disolviendo, aunque también se le puede sumar la alteración del gusto prolongado y la falta de concentración.
De este grupo de sintomatología, la que eleva la preocupación son las afectaciones psicológicas, ya que pueden llevar a las personas a depresión y ansiedad severa, que desencadenan patologías más graves como adicciones a sustancias o problemas de reintegración.
Sobre el tema se pronunció el jefe de la Jurisdicción Sanitaria N.º II con base en Tampico, Héctor Pérez Monsiváis, reconociendo que dentro de estos cuadros “leves” se estima que 20% de los recuperados que no fueron internados han llegado a desarrollarlos y 80% de los que pasaron por un hospital.
En el grupo de los hospitalizados las afectaciones leves se alargaron más de los tres meses, mientras que en el otro grupo se ve por períodos de 4 a 6 semanas, lo que clasificó como una convalecencia de mayor intensidad que se identifica principalmente en mayores de 60 años de edad.
¿QUÉ HACE AL COVID-19 TAN PODEROSO?
La OMS ha establecido que existen factores de alto riesgo que llevan a estos padecimientos tras vencer el coronavirus, que son: el ingreso a Unidad de Cuidados Intensivos, la inflamación que provoca en el organismo, comorbilidades que las personas ya tengan antes de contagiarse, la edad, ser hombre, ser obeso, tener cáncer y el daño pulmonar registrado durante el proceso del SARS-CoV-2.
En este tenor, es preciso señalar que el IMSS reveló que de febrero 2020 a agosto 2021 han atendido en todo el país a 178 mil personas con secuelas y complicaciones derivadas del Covid-19, con un proceso de recuperación que va de 12 semanas a más de 1 año, dependiendo la patología.
¡ATIÉNDETE A TIEMPO!
Pérez Monsiváis ha enfatizado que someterse a la prueba de detección en el momento oportuno permitirá, además de cortar la cadena de transmisión, reducir los efectos de la enfermedad.
De acuerdo a la Secretaría de Salud de Tamaulipas entre los pacientes contagiados prevalecen comorbilidades como la hipertensión arterial, obesidad, deficiencia renal crónica y diabetes, lo que los hace más susceptibles a desarrollar un cuadro grave que lleve a las enfermedades asociadas.
Además, al quedar debilitado el organismo, será más fácil contraer hongos y bacterias, como el hongo negro y la cándida auris, de los que ya se tienen varios casos registrados en recuperados del SARS-CoV-2 con una alta tasa de mortalidad.
