Todos en algún momento de nuestra vida hemos llegado a sentir que no estamos actuando como realmente somos, nuestros hábitos cambian, nuestros pasatiempos se vuelven otros, ya sea por madurez o por seguir conociendo el mundo, se podría decir que nunca somos los mismos.
Todo este cúmulo de cosas nos vuelven quienes somos, ¿Qué sucedería si dentro de nosotros hay alguien más?, ¿Qué pasa cuando en nuestra mente habita otro inquilino?, ¿Con su respectivo nombre, aficiones y sueños?, conoce el Trastorno de Personalidad Múltiple o como actualmente se conoce, Trastorno de Identidad Disociativo.
Para explicar de manera concisa este padecimiento nos acercamos con la psicóloga clínica Elisabet Bolaños Estrada, quien cuenta con maestría en Intervención en Dificultades del Aprendizaje y un doctorado en Educación.
¿QUÉ LO DEFINE?
“El trastorno se caracteriza cuando dos entidades o más están presentes en una misma persona, cada una con su respectiva historia, nombre y características propias”, explicó la especialista a El Sol de Tampico.
Suele presentarse como una reacción a algún trauma de la infancia provocado en el paciente, lo que le permite evitar los malos recuerdos, o pueden surgir para cubrir la necesidad o un deseo, que el paciente no puede realizar abiertamente por diversos temas.
LAS COMPLICACIONES
Son variadas las complicaciones que puede presentar una persona con este padecimiento, pues puede llegar desde perder la memoria, tener la sensación de estar separado de la realidad y de sus propias emociones y en casos extremos un comportamiento autodestructivo, automutilación o impulsividad.
La persona con Trastorno de Identidad Disociativo puede llegar a presentar un estado en el que sólo es un observador de su vida, pues no tiene control de sus emociones y tampoco de sus actos.
EL TRATAMIENTO
Este trastorno puede ser diagnosticado mediante una evaluación psicológica, su tratamiento consta de una terapia conversacional, donde se enfoca en buscar los pensamientos, sentimientos y comportamientos del paciente.
Por medio de farmacoterapia se puede aliviar algunos síntomas como la depresión y ansiedad que puede desarrollar la persona, más estos no tienen efecto en el trastorno en sí, la psicoterapia es la clave para que la persona pueda asentar su padecimiento.
Este trastorno puede mostrar sus primeros indicios a partir de los 6 años en los niños, la perspectiva actual es que el TID es un trastorno del desarrollo con una base postraumática luego de algún suceso, se instaura en la adolescencia y termina por manifestarse en la edad adulta.
EL PACIENTE 0 DEL TID
El primer caso de esta enfermedad se detectó por el médico de origen alemán Eberhardt Gmelin en el año 1791.
Este médico trató a una chica alemana que de repente empezaba a hablar en francés o en alemán con acento francés.
Existía una relación entre las dos personalidades, ya que la personalidad secundaria conocía a la primaria y mantenía sus recuerdos, aunque la primaria no conocía a la secundaria.
EL TID EN MÉXICO
A pesar de no ser muy conocido, su presencia es cada vez mayor en nuestro país, su aumento si bien ha sido de manera paulatina, ha crecido de un 5 a 10% de la población, y en hospitales psiquiátricos es una enfermedad que atañe del 10 al 40% de los pacientes.
Se ha incrementado, afirman los especialistas de nuestro país, derivado de la violencia en casi todas las regiones, especialmente por los crímenes violentos presenciados por niños menores de 13 años y crímenes sexuales hacia niños.
Los estados con más pacientes de TID son: Estado de México, Chihuahua y Michoacán, comentó la entrevistada.
Psicólogos plantean que puede ser inclusive mayor el porcentaje de este padecimiento, solo que no hay suficiente infraestructura para diagnosticar y dar tratamiento a pacientes.
LOS SÍNTOMAS
- Pérdida de memoria de ciertos períodos.
- Sensación de estar separado de ti mismo
- No coincidir con las propias emociones
- Percepción que las personas y cosas rodean están distorsionadas o son irreales
- Un sentido confuso de la identidad
- Estrés significativo
- Problemas en las relaciones personales, laborales y otros ámbitos.
- Incapacidad para afrontar el estrés emocional o profesional
- Problemas de salud mental
- Depresión
- Ansiedad
- Pensamientos y comportamientos suicidas