Durante la intervención francesa y el segundo imperio de Maximiliano de Habsburgo (1862-1867), Pánuco y gran parte de la Huasteca fue escenario de cruentos episodios entre imperialistas y republicanos.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
A través de las crónicas de la época se tiene noticia de la injerencia de destacados panuquenses que, como el General Desiderio Pavón Hernández, hicieron frente común en el sur-sureste tamaulipeco y norte de Veracruz contra las tropas de Napoleón III y los simpatizantes imperialistas de esta región.
Uno de las batallas decisivas en Pánuco se suscitó el 29 de junio de 1866, cuando los republicanos al mando de la panuquense Leocadía López Díaz y el tamaulipeco Braulio Vargas arremetieron contra las fuerzas imperialistas encabezadas por el hacendado Manuel San Pedro, quien mantuvo sitiado a Pánuco, logrando repeler, hasta ese momento, cualquier intento republicano por liberar a la villa.
“Dos semanas antes de esta batalla, el comandante militar Manuel San Pedro, rico terrateniente pro-imperialista, había logrado erradicar en poco tiempo las ideas liberales y sus simpatizantes en Pánuco -donde tenía la hacienda “El Caracol”- y bastaron diez días para que los insurrectos retornaran con mayor fuerza el día 28 de junio” señala Luis Enrique Pérez, cronista de Pánuco.
De acuerdo a la crónica de Efrén Pazzi Mezquida, las fuerzas republicanas regresaron a Pánuco sigilosamente la tarde del 28 de junio, los coroneles al mando Haros, Arenas y Mosso enviaron un ultimátum de rendición a San Pedro, pero este se negó rotundamente a entregar la plaza.
Llegada la noche y ya entrada la madrugada del día 29 de junio los republicanos arremetieron contra los conservadores quienes se encontraban atrincherados en la iglesia de San Esteban y la escuela para varones.
El asedio se fortaleció con la milicia conformada por el coronel tamaulipeco Braulio Vargas, quien había juntado gente a su paso por Salvasúchil y otros lugares del margen izquierdo del río Pánuco.
“Después de pasar por Tanchicuín a la medianoche del 28 de junio de 1866, continuó con su tropa hasta llegar a los suburbios de la villa de Pánuco, a las cuatro de la mañana del día 29; y en combinación con la fuerza del coronel Mosso, como conocedor del terreno, acordaron el plan de ataque” agrega Marvin Huerta, investigador y cronista de Antiguo Morelos.
Finalmente la toma de Pánuco por parte de los patriotas republicanos se consumó con el incendio de la iglesia y la captura de Manuel San Pedro, quien murió malherido al poco tiempo.
Enardecida la población, tomó el cuerpo de San Pedro y lo arrastraron con un caballo por las principales calles de la villa para posteriormente incinerar sus restos en la plaza.
EL TAMAULIPECO
“La participación del tamaulipeco Braulio Vargas fue decisiva en el combate contra los imperialistas a cargo de Manuel San Pedro.
Pero también es digno de resaltar el arrojo de Leocadía López Díaz, quien de acuerdo a la crónica de Efrén Pazzi Mezquida, comandaba un grupo de patriotas y logró introducirse secretamente en los cuarteles imperialistas que se ubicaban en la iglesia y en la escuela para varones, lo que le permitió saber las condiciones y la cantidad de elementos atrincherados ahí, información que dio ventaja a los republicanos.
Se dice que ella fue quien arrastró el cuerpo de Manuel San Pedro montada a caballo, en un gesto de venganza por la muerte de su esposo”, señala Luis Enrique Pérez, cronista de Pánuco.
Del Coronel Braulio Vargas, se sabe que nació en 1837 en la Villa de Casas, Tamaulipas. De su infancia y juventud poco se sabe, pero debió crecer en un ambiente familiar de liberalismo, pues siendo muy joven entró a las fuerzas juaristas que defendían la patria de la invasión francesa, integrándose a la famosa guerrilla “Méndez” donde militaban también los jefes Francisco G. Vargas, Vidal Hernández, Juan Haros, Benito Coronado, Arcos Arreola y el capitán Ramón Terán, señala Marvin Huerta, investigador y cronista de Antiguo Morelos.