Pese a que la esclavitud podría considerarse una práctica del ayer, la trata de personas para su explotación laboral o sexual continúa siendo una realidad.
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Durante el 2019 en México se investigaron 541 delitos de trata de personas, 12 de ellos en Tamaulipas y de acuerdo con el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va de este año se han abierto investigaciones por 256 prácticas asociadas a esta forma de violencia en territorio mexicano, correspondiendo un caso a esta entidad.
“Es un tema de mucha actualidad que afecta a millones de personas en todo el mundo y a pesar de su combate sigue presente. Ha habido algunos triunfos y experiencias positivas, pero seguimos en un contexto donde hacen falta más esfuerzos”, explicó Emilio Maus Ratz, doctor en derecho y maestro en Gobierno y Políticas Públicas.
Durante una charla organizada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Tamaulipas (Coedht), detalló que la trata de personas se define como la captación, el transporte, traslado y la entrega de una persona recurriendo a la fuerza o a otras formas de coerción -como rapto, engaños o estafas- con el fin de explotarla.
MÁS ALLÁ DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL
“La trata es un delito que atenta contra la dignidad de las personas porque las cosifica, las vuelve un objeto”, describió señalando que hay diversos fines de explotación, mismos que van desde la prostitución y otras formas de violencia sexual, hasta trabajos o servicios forzados, esclavitud y prácticas relacionadas, servidumbre y extracción de órganos.
En la conferencia virtual expuso que para lograr que las víctimas se acerquen, se usan medios como la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una condición de vulnerabilidad e incluso la concesión o recepción de pagos y ciertos beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra.
“Es un delito al que muchas veces se le llama “la nueva esclavitud”, aunque se trata de un delito antiguo que cobró relevancia en los siglos XIIX y XIX; en esa época hubo un auge del comercio de esclavos que eran captados en África, sometidos, violentados y trasladados a otros países para ser explotados laboralmente”, recordó Maus Ratz.
“DIOSAS IMPACTANTES”, “JUVENTUD HOT”
En el contexto mexicano, describió que existen casos donde mujeres de Centroamérica son traídas con la promesa de un trabajo como mesera u oficios similares, sin embargo, al llegar aquí son llevadas a centros nocturnos y obligadas a prostituirse.
A la par, mencionó el caso tanto de los indígenas que son trasladados al campo para laborar en los cultivos y que, quien los lleva, solo les da la mitad del salario que realmente están generando; así como el de los niños y adolescentes que son captados por la delincuencia organizada y usados como halcones, mulas y sicarios.
Años atrás era posible encontrar publicidad que incluso ofrecía a esclavos con frases como “carne fresca” y “hombres negros y sanos”, y aunque pudiéramos creer que esto ha quedado en el ayer. “Lo triste es que podemos advertir como en nuestro país todavía hay anuncios con leyendas como “diosas femeninas”, “diosas impactantes” y “juventud hot”; se siguen vendiendo así a mujeres y niñas, poco ha cambiado la trata de personas desde hace 300 años a la fecha”.
SEÑALES DE ALERTA
A través del Manual de Orientaciones y Herramientas para Prevenir la Trata de Personas en la Comunidad Educativa, emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se menciona que algunos indicadores que pueden alertar de un caso de trata son cambios en el comportamiento o en la participación escolar; ausencia con frecuencia y desempeño escolar deficiente; familia del estudiante muestra signos de migración frecuente, desorientación o de encontrarse frecuentemente en situación de calle; antecedente de haber vivido en situación de calle o de haber huido de casa y muestra signos de familiares o tutores abusivos o negligentes, tales como enfermedades no tratadas, lesiones, moretones o cicatrices.
Además, una víctima de trata con frecuencia presenta un sentido de obligación familiar intensa y tiene labores u obligaciones inapropiadas o no razonables; trabaja por poco o ningún sueldo y el empleador retiene sus documentos de identificación o confisca sus pagos y exhibe comportamiento sexual de alto riesgo o inapropiado para su edad.
Finalmente se explica que hay menores de edad que inclusive tienen un perfil sexual explícito en las redes sociales de internet; están involucrados en una relación con una persona significativamente mayor; reciben regalos frecuentes; son recogidos de la escuela por una persona que no es su tutor y se involucran en actividades sexuales a cambio de dinero o cualquier cosa de valor que puede incluir ropa, comida, refugio u otros bienes y recursos.
DÍA MUNDIAL CONTRA LA TRATA
El 30 de julio fue establecido como el Día Mundial contra la Trata de Personas por la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU). A través de su página web, señalaron que en este 2020 buscan destacar el esfuerzo del personal que lucha en primera línea contra este delito, “se trata de gente que trabajan en diferentes aspectos: identificar, apoyar, asesorar y buscar justicia para las víctimas de la trata, y desafiar la impunidad de los traficantes”.
Indicaron que durante la crisis sanitaria por el Covid-19, el papel esencial de estas figuras de socorro se ha vuelto aún más importante, “particularmente porque las restricciones impuestas por la pandemia han hecho que su trabajo sea aún más difícil. Aun así, su contribución a menudo se pasa por alto y no se reconoce”.
UN SÍMBOLO: EL CORAZÓN AZUL
Además de invitar a las conversaciones online y a utiliza los hashtags #FindelaTrata y #TratadePersonas en todas las plataformas digitales, se ha emprendido la campaña denominada “El Corazón Azul”, el cual representa la tristeza de quienes sufren la trata, “al tiempo que nos recuerda la insensibilidad de aquellos que compran y venden a otros seres humanos”.
La ONU convoca este jueves 30 de julio a usar en redes sociales una fotografía de un corazón azul con el objetivo de difundir el mensaje de que la trata de personas existe y provoca un gran sufrimiento a las víctimas.