Necesidades obligan a una mujer de la tercera edad a desafiar al Covid-19, sin importar su edad y diferentes padecimientos, sale a vender chicles y mazapanes para poder obtener un poco de dinero y comprar los medicamentos que requiere.
A sus 87 años de edad, Doña Toñita, tiene que salir todos los días a la calle pese a la situación de contingencia sanitaria que se vive, ya que se encuentra sola en la vida y tiene que ganarse algo de dinero para su sustento diario y para la comprar de las medicinas.
Apoyada con una andadera acude a la zona centro de la ciudad, en donde ofrece a las pocas personas que también por necesidad salen a las calles, alguno de los productos que ella vende, como mazapanes, paletas de cajeta, además de chicles de diferentes sabores.
“Tengo una colostomía, se me acaban las bolsas, hay que comprarlas y son caras. A veces se me terminan las bolsas antes del mes y hay que buscar para comprarlas porque cuestan caros, una sola sale en 70 y por caja vienen 10 son 700 lo que cuesta, tengo que comprar otros medicamentos también” señaló con la voz entrecortada.
Sin importar que forma parte de la población en riesgo, debido a su edad y a muchos padecimientos que tiene, sale a las calles en busca de llevarse unos pesos a su casa.
“No tengo familia, ya se me murieron mis dos hijos, padezco de presión alta, angina de pecho que no tendré a mis 87 años” señaló.
Detalló que solamente cuenta con el apoyo del programa federal para las personas de la tercera edad, pero dijo que era insuficiente para cubrir todas las necesidades que tiene.