La bella y emblemática escollera de la Playa Miramar, considerado el segundo punto que recibe más visitantes en el municipio de Ciudad Madero, volverá a encenderse con la restauración del alumbrado público que tiene varios años sin funcionar.
El alcalde de Ciudad Madero, Erasmo González Robledo, sostuvo una reunión de trabajo con el director general de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Tampico, Vicealmirante Salvador Camargo Vivero, en donde llegaron a dicho acuerdo.
Al respecto el munícipe maderense señaló que la revitalización de la escollera y la mejora de sus instalaciones contribuirán al desarrollo turístico de la región, atrayendo a más visitantes y beneficiando a la economía local.
Durante la conversación, se abordó la situación de la escollera que actualmente se encuentra sin iluminación; la cual es de suma importancia encontrar una solución a esta problemática para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del área.
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Erasmo señaló que “se van a coordinar esfuerzos y establecer un plan de acción, se espera que, con la participación de todos los involucrados se logre restablecer el alumbrado de la escollera y mejorar las condiciones del lugar, donde el Ayuntamiento tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes”.
Habrá un plan de reordenamiento
Dentro de los acuerdos, se estableció un plan de ordenamiento tanto en la escollera, como algunos otros lugares de Playa Miramar.
Se trata, dijo el presidente municipal, de una colaboración constante con la autoridad federal, así como convocar a los comerciantes a participar, “en un diálogo constructivo con los vendedores, los empresarios, el turismo, con el propósito de mejorar la imagen de Miramar”.
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El munícipe señaló que estas adecuaciones ofrecerán un entorno más seguro para los visitantes, además de un mayor número de personas acudirán a esta parte del máximo destino turístico del sur de Tamaulipas.
Las escolleras comenzaron a construirse en el siglo XIX
Los trabajos para construir el rompeolas iniciaron en 1890 con el dragado del Río Pánuco, basado en un contrato otorgado a la compañía Ferrocarril Central Mexicano, que a su vez subcontrató a la Louisiana Jetty and Lighterage Company para realizar el proyecto que demoró un lustro.
De inicio de planeó para que tuviera un largo de mil 800 metros, pero terminó con mil 340, el contrato incluía una vía férrea que de inicio trajo las piedras para la escollera desde el cerro de El Abra en San Luis Potosí.
En la década de los 80 y 90 era común ir a pasear a la escollera, en donde se podía ingresar incluso con vehículos, con música y bebidas el sitio se convertía en un centro de convivencia, dijo la cronista de Ciudad Madero, Carolina Infante Pacheco.
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Fue durante la administración de Jaime Turrubiates que en coordinación con la entonces Administración Portuaria Industrial (API) se hizo la restauración por primera vez pavimentado e instalando bancas y miradores.
El sitio es conocido por la belleza de sus amaneceres y atardeceres, pero además por ser donde habitan decenas de mapaches y por situarse frente a esta, a unas cuantas millas náuticas, la base extraterrestre que han llamado Amupac y que, según la leyenda, es la que ha generado que la zona no haya sido impactada por ciclones o huracanes en varias décadas.
Luego de varios años de estar en penumbras el municipio y Asipona colaboran para regresar la luminosidad a la escollera de la Playa Miramar.
