Todo en nuestras vidas se mueve con energía, desde el encendido de la estufa, la televisión, las bombas que llevan el agua a nuestras casas, el internet, el clima, las computadoras, el celular, los aparatos clínicos; absolutamente toda nuestra vida está ligada a ese impulso y no somos conscientes de ello hasta que un día... nos quedamos sin el suministro.
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En estos tiempos de nueva normalidad nuestra actividad ordinaria se liga mucho más a la energía, con los trabajos en home office o la escuela desde casa.
La energía más barata y la que consumimos en menor medida se tiene a disposición todo el tiempo generada por el mismo Sol, o por el aire, por lo que los buenos hábitos de ahorro y el uso eficiente de la energía representan beneficios importantes.
En el Día Mundial de la Eficiencia Energética debemos recordar el uso adecuado y moderado de este recurso, sobre todo en los tiempos actuales en que recientemente padecimos apagones eléctricos masivos por el corte del suministro de gas y daños en la infraestructura de distribución por las heladas registradas en Texas, situación que colapsó la industria y los hogares del país, dejando de manifiesto la importancia de su cuidado.
Por esa emergencia se nos pidió apagar un foco en el horario de alto consumo, es decir de las 18:00 a las 23:00 horas, más esa debería ser una práctica permanente en cualquier hora del día, ya que en muchas ocasiones usamos más la luz artificial que la natural.
CONSUMO DE ENERGÍA + AHORRO
Quedarnos sin energía eléctrica es algo que muchos mexicanos vivimos constantemente, pero pese a ello el desperdicio de la misma no se frena, por lo que el Fideicomiso para el ahorro de Energía (Fide) recomienda ahorrar energía para tener beneficios en la economía y en los centros de trabajo.
Una de las recomendaciones es aprovechar la luz natural abriendo puertas y ventanas, usar el foco solo para áreas de trabajo, de lectura o de convivencia familiar y apagar las luces en espacios que no se estén ocupando.
También usar el aire acondicionado solo cuando sea necesario, ajustar un grado centígrado significa tener un ahorro del 3% en el consumo; evitar los calefactores eléctricos que consumen más energía.
Además de que se pueden apagar los aparatos electrodomésticos cuando no se estén utilizando, como el microondas, la lavadora, la licuadora, desconectar la televisión y el cargador de celular, sino se está cargando el móvil, apagar las luces al salir de una habitación, todo eso ayudará a reducir el consumo eléctrico.
Estas recomendaciones ayudarán a mejorar los hábitos de consumo para contener el calentamiento global.
APARATOS AHORRADORES
Otra forma de contribuir a la eficiencia energética es adquirir aparatos que consuman menos energía, desde los focos Led, hasta el microondas, el refrigerador y la lavadora amigables con el medio ambiente.
Se trata de los equipos con etiqueta A+, A++ y A+++, al igual que en los aires acondicionados hay opciones que ofrecen ahorros de energía denominados Inverter.
Aplicando todas estas recomendaciones pueden llegar a tener ahorros de hasta 40% en el recibo de la CFE, apostando por la energía eléctrica en el hogar. En cuanto al calentamiento del agua se pueden usar calentadores solares que se instalan en los techos para disminuir de 50 a 75% el consumo de gas o electricidad usando la energía del Sol.
Al igual que los paneles solares, reciben los rayos solares que se transforman en energía para suministro del hogar y que ahorran hasta 70% en el consumo de energía eléctrica.
Por otro lado los toldos aislantes en el techo son muy efectivos para mantener estable la temperatura al interior.
EL FUTURO ESTÁ EN EL HIDRÓGENO
En el futuro el petróleo será más escaso, por ello se desarrollan proyectos para buscar nuevas fuentes de energía, el hidrógeno es una de ellas.
Es un elemento que no es una fuente primaria de energía como el carbón, el gas natural o el petróleo, se trata de un transportador de energía, como la electricidad, por lo que tiene que ser producido a partir de otras formas de energía.
El hidrógeno puede obtenerse mediante energías renovables a partir del agua, un ejemplo es la electrólisis del agua, empleando como fuente energética dos formas de energía renovable: la eólica y la fotovoltaica.
El hidrógeno permite descarbonizar sectores como el transporte de carga, los productos químicos, el hierro y el acero, para reducir las emisiones contaminantes.
Con él se puede almacenar, mover y usar energía de diferentes formas, y una amplia variedad de combustibles pueden producirlo como el gas natural, petróleo, carbón y las plantas solares y eólicas, se puede convertir en metano y electricidad para industrias, hogares, autos, barcos, camiones y aviones.
Apaguemos, pues, la luz para darle un respiro al planeta y a nuestra economía, ya que cada que activamos un switch representa una fuga en nuestros bolsillos.