La eventual llegada de un grupo grande de migrantes centroamericanos a territorio nacional, en su paso hacia Estados Unidos, ha generado preocupación entre grupos pastorales de la iglesia católica, pues no existen las condiciones y la capacidad para brindarles apoyo y atención adecuado a todos.
El presbítero Silverio Martínez Bárcenas, párroco de la iglesia “María Auxiliadora” de Tampico, dijo que a esa institución le preocupa la posible llegada masiva de miles de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos para tratar de encontrar trabajo y mejorar sus condiciones de vida, ya que en su tránsito por el país y en especial por la zona sur de Tamaulipas se encontrarán con una situación complicada.
Además, las organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos y de apoyo a migrantes, así como la iglesia católica y otras instituciones religiosas que tradicionalmente brindan apoyo a este grupo de la población analizan todavía cómo van a enfrentar este escenario.
“Ahorita estamos con el gran temor de que vienen y no sabemos cómo se va a controlar, no hay un plan para poder atender a tantas personas, si vienen y buscan trabajo tenemos muchos residentes que buscan trabajo en la zona”, señaló.
Mencionó que en promedio, mensualmente llegan entre 20 y 30 migrantes a solicitar ayuda a templos católicos de la zona, a quienes se proporciona ayuda para que puedan alimentarse y pernoctar.
“Pueden ser 20 o 30 personas de origen centroamericano, especialmente de Guatemala, pero también tenemos nacionales.
Hay personas que nos engañan porque llegan con la estafeta de que quieren regresar a su casa y son de aquí como un modus vivendi. De esos, a lo mejor de 5 a 10 son gente que vamos identificando, porque muchos lo que quieren es dinero, pero cuando una persona llega con hambre le ofrecemos comida, pero algunas quieren dinero”, dijo.
El sacerdote confió en que no obstante lo difícil de atender a los
migrantes que pudieran llegar a la zona, la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales apoyarán esta tarea de la iglesia católica en cuanto a la atención a estas personas que llegan en condiciones vulnerables en su paso hacia Estados Unidos.